La última vez que escribí un capítulo en este diario, te contaba que acababa de recibir a un nuevo amigo a casa. Un cacharro de ejercitación de suelo pélvico que prometía las mil maravillas.
No digo que no fuera así, pero empecé a utilizarlo y noté que algo raro pasaba.
Así que dije “ya basta!” y decidí que había llegado la hora de enfrentarme a lo que más miedo me daba. Acudir a un profesional de suelo pélvico para que me hiciese una valoración y me diseñase un plan de acción.
Rehabilitación de suelo pélvico
Después de recibir varias recomendaciones, pedí una primera cita en RAP Barcelona. El precio de la primera visita es de 65€ y de 55€ las sesiones de rehabilitación. Es un dinero que duele en el alma y más cuando llevo tanto gastado en el hecho de “tener un hijo”. ¡Qué caro me está saliendo Bichito entre TRA’s y rehabs!
El caso es que tuve esta primera visita el pasado lunes, y después de hacerme un cuestionario muy intensivo sobre mis bajos, su situación actual y su situación previa al parto, pasamos a una exploración más a fondo.
Digamos que me taparon todos los agujeros y por suerte, no me sentí incómoda en ningún momento. Me trataron con mucho cariño y me hicieron sentir comprendida y cómo que lo que me pasaba era pan de cada día.
Después de un buen rato con mis bajos expuestos y haciendo respiraciones varias para valorar musculatura y tejidos, tuve mi diagnóstico.
Hipertonía y espasmos.
Esto viene a ser que estoy cerrada no, lo siguiente. Pero no solo me pasa en la vagina, sino también en el recto. De ahí que tenga tantos dolores en la zona después de ir al baño.
Plan de acción
Me mandaron una serie de ejercicios muy facilitos de estiramientos para casa, de varios minutos al día. Totalmente asumible. Y me explicaron que mediante la electroestimulación, simularíamos nuevas lesiones para que mi sistema inmunitario se centrase en mi zona y lo arreglase desde cero a la vez que lo reeducábamos.
Bueno, ella empleó lenguaje más técnico del que ya no me acuerdo, pero creo que me he explicado bien.
Le pregunté si podía utilizar a Elvie y me dijo que aún no, pero más adelante sí. Primero habría que trabajar la musculatura para que dejase de estar tan tensa y después, trabajaríamos el interior.
Así fue mi primera visita allí en la que acabé algo adolorida de tanto tocamiento.
Ya tengo programadas 5 sesiones de rehabilitación semanales empezando el 4 de enero y ¿sabes qué? Qué tengo muchísimas ganas de empezar y de notar mejoría, porque vi la luz al final del túnel y esta vez de verdad.
¿Hiciste alguna rehabilitación de tu suelo pélvico? ¿Cuál era tu diagnóstico? ¿Fue un desembolso económico grande?