Revista Arquitectura

Diario de obra: Encofrado de losa de hormigón

Por Luissantalla

Cuando nos disponemos a ejecutar el forjado, sea cual sea el sistema constructivo que utilicemos lo primero será buscar su cota. A partir de ahí decidiremos si necesitamos un sistema contínuo de encofrado. En el caso de la losa es obvio que si, pero podría no ser necesario en el caso de utilizar elementos prefabricados que nos garanticen el poder trabajar y estar sobre ellos en el momento de la ejecución.

Tendremos también en cuenta el tipo de acabado que queremos para su parte inferior, o si bien irá cubierto por un falso techo, para lo cual, ese acabado no sería tan importante.

Pero como en todos estos artículos de “Diario de obra” lo que voy a comentar son pequeñas anotaciones sobre las que se debe de reflexionar y tener en cuenta cuando estamos ejecutando el forjado, desde el momento mismo que empezamos con la cimbra. Algo así ya ha comentado brillantemente Enrique Alario, el cual admiro por la gran cantidad de comentarios, en el enlace que os dejo más abajo, pero aún así, quisiera añadir más anotaciones.

Diario de obra: Encofrado de losa de hormigón

Los puntales deben de poder regularse de manera que al entrar en carga el forjado mantengan la planeidad (o la forma que fuese). Puede ocurrir que el soporte sobre el que se coloca no sea firme, o que asiente durante la entrada en carga de la cimbra. De esta manera lo habitual es asegurarse de que la base está compactada lo suficiente y utilizar durmientes que se amolden a la forma del puntal. En el caso de que el puntal no esté vertical, asegurarse de que tanto la cara superior como la inferior se encuentran correctamente apoyadas mediante cuñas.

Es importante controlar el acopio de material que se hace durante la preparación (ya sea armado o bovedillas) las cuales generalmente se posan directamente sobre el encofrado en palés, ¡Cuidado! El sobrepeso puntual puede producir asientos en encofrado y por este descuido nos puede quedar una superficie irregular, o chapuza, según el caso… Lo conveniente es ir repartiendo el material en superficie, y cuando se trate de elementos en palés, pues intentar vaciarlos cuando están colgados de la grúa, repartiéndolos y colocándolos al momento.

Justo despues de hormigonar, en cuanto fragua el hormigón es importante limpiar los bordes del encofrado, ya que siempre quedan restos en el margen exterior del forjado (donde se colocan las balderas para contener el perímetro del forjado), que al caminar por encima, una vez endurecido el hormigón, es frecuente que haya tropiezos e incluso caída de pequeños “pegotes” endurecidos a las plantas inferiores.

No solamente es importante la correcta ejecución de la cimbra, sino que también lo que pasa a continuación, y acciones como la de la limpieza, o el desencofrado de los laterales pasados dos días para evitar molestias en los trabajadores.

El encofrado es también la base sobre la que se colocarán las medidas de seguridad perimetrales, las cuales se deben fijar correctamente, y por tanto el encofrado tiene que estar en condiciones de soportarlas.

Por último, mucho ojo al momento de la colocación de la cimbra, en concreto cuando los puntales todavía soportan nada más que las guías, ya que es un momento en el que la estructura está muy endeble, la cual se debe de fijar correctamente ante movimientos horizontales, asegurándose que se enganchan correctamente y no se utilizan puntales embocados debidamente, ya que en el momento de regular las alturas, se pueden desprender fácilmente (casco siempre por favor), y también no caer en lo cada vez menos frecuente, ya que los propios sistemas de encofrado ya no lo permiten tanto…  que es el doble apuntalamiento, peligroso en cuanto a esos desprendimientos.

Como prometí más arriba, aquí el enlace al blog de Enrique Alario.

Ejecución de forjados unidireccionales

Proyecto de las imágenes: Vivienda en Foxo – Flu-or


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