Revista Filosofía

Diario de un corrector

Por David Porcel

11 de Junio

La medida del valor es el resultado. Si una noticia tiene impacto en redes sociales, vale. Si un examen ha obtenido una buena calificación, vale. Si un concepto ha sido puesto en el lugar adecuado, vale. Si un alumno/profesor obtiene buenos resultados, vale. La noticia, el examen, el concepto, el alumno/profesor valen en tanto que resultan, es decir, en tanto que se ajustan a unos parámetros o fines preestablecidos. En el fondo, lo que se mide no es el conocimiento sino el grado de adaptabilidad o conseguimiento de lo que se somete a medición. Ello explica el creciente interés por los métodos y lenguajes procedimentales, en menoscabo de las personas y su singularidad. La pregunta es: ¿realmente queremos una educación que sólo pueda aspirar a ser una educación reproducible por un algoritmo?

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