Diario de un librero falso

Día dos: La oportunidad del chino
La primera tarde es un tiempo de reencuentros. Hay personas con las que no has coincidido en un año, lectores que no pueden esperar para decirte lo mucho que les gustó tu recomendación de la edición anterior y acuden por más, conocidos que se asoman a comprobar que efectivamente andas por una librería, amigos a los que ves menos de lo que te gustaría y que te regalan una visita, un abrazo. Pasea, pasa mucha gente por Semana y algunos te confiesan que no leen demasiado y se compran por primera vez un libro. Unos pocos, te regalan el milagro de volver.
Nota bene. Recuento histórico de sucesos durante la Semana: un tiroteo entre bandas acaba con la vida de un traficante según la versión policial; un operario de la feria fallece electrocutado mientras manipulaba el cable de una atracción; un vendedor de artesanía es agredido por otro en el transcurso de una disputa con el resultado de una herida a la altura de la ingle derecha por arma blanca (este caso lo conozco bien, lo atendí en persona hace unos cinco años junto con una buena amiga del SAMU). Ofrezco este material de manera gratuita para ejercicios de demagogia simplona. Ingenuos que consideren que cuando termina la Semana se acaba la violencia en las calles de Gijón, consultar hemeroteca.