


Junichirō Tanizaki
En suma, este breve Diario de un viejo locorecrea de manera espléndida una dimensión controvertida del erotismo, asociada a la búsqueda de nuevas maneras de satisfacer el deseo cuando el protagonista ya no puede mantener relaciones. Se trata, en buena medida, de una perspectiva oscura, en la que prima la depravación y el abandono de las actividades tranquilas que deberían ocupar al anciano. La narración en forma de diario, al igual que en La llave, hace más partícipe del juego al lector, que debe ir más allá de la versión del protagonista para imaginar cómo su entorno recibe este comportamiento y decidir si, en efecto, Utsugi le parece un viejo loco o hay algo de lucidez en su encaprichamiento. Tanizaki no da respuestas, pero plantea los interrogantes, tal como se espera de un gran escritor.Imágenes de la adaptación al cine de 1987, Diary of a Mad Old Man, dirigida por Lili Rademakers y protagonizada por Ralph Michael y Beatie Edney. Hay varias adaptaciones más.