Revista Cultura y Ocio

«Diario de una bordadora», de Srta. Lylo

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«“Conocer la historia del bordado es conocer la historia de la mujer”… El bordado ha estado asociado durante siglos a lo que las mujeres teníamos permitido hacer y lo que se esperaba de nosotras… La aguja se volvió entonces un medio de opresión, pero también de comunidad y resistencia…»

«Diario de una bordadora», de Srta. LyloReseña escrita por Maudy Ventosa.

Conocimos a Loly Ghirardi –Sta. Lylo– como coprotagonista junto con La Volatil, de El Viaje, de Agustina Guerrero; ahora publica en Editorial Lumen un libro delicioso y duro en el que desnuda su alma para contarnos una historia de aprendizaje y búsqueda, su propia historia, cuando intentó ser madre sin conseguirlo y cómo salió adelante a través del bordado: Diario de una BORDADORA.

«Diario de una bordadora», de Srta. LyloNacida en Buenos Aires –Argentina–, Loly Ghirardi se traslada, junto con su pareja Ariel, a la ciudad de Barcelona, donde reside desde el año 2001. No aprendió a bordar de niña, ni en el colegio, como tantas otras mujeres que dominan ese arte y no tuvieron más remedio que cultivarlo porque era lo que se esperaba de ellas. Fueron necesarios treinta y cinco años y vivir experiencias muy dolorosas para que se decidiera a coger una aguja y descubrir que esa actividad, sencillamente, la hacía feliz.
Al igual que la costura, durante muchas generaciones, la tarea de ser madre se instalaba en la mente de las niñas como un mandato social al que no podían renunciar; los roles estaban perfectamente definidos, diferenciados y asumidos. Así creció nuestra autora, dando por hecho que tenía que ser madre. Pero ella, también, quería se madre por encima de todo.

Estudió la carrera de Diseño Gráfico en su ciudad natal y conoció a Ariel, su alma gemela: juntos decidieron dar el salto a España. Llegar a Barcelona fue una explosión de vida, colores, estímulos, deseos y entusiasmos. Nada era poco. Nada era demasiado. Comenzó a trabajar en un estudio de diseño y se casaron. Vivían felices y montó el suyo propio. Hasta que se planteó que era el momento de ser madre. Quedó embarazada y vivió sus primeros momentos felices el 21 de octubre de 2007, día de la Madre en Argentina. Pasó lo peor y abortó de manera espontánea. Fueron sus primeros nudos que traban, que duelen, que lo complican todo. Fue consciente de que había nacido en ella otro sentimiento hasta ahora desconocido: la frustración.

Loly Ghirardi no se dio por vencida y durante tres largos años siguió intentando quedarse embarazada de manera natural sin conseguirlo, mientras su vida giraba alrededor del mismo tema; no lograba seguir siendo la persona optimista y positiva que había sido siempre a pesar de la terapia Gestalt, la meditación y los diversos deportes que comenzó. Hasta que una tarde, paseando por el barrio Gótico, pasó por la puerta de una tienda y observó como un grupo de mujeres bordaba en silencio. Desde fuera se veía un ambiente alegre y pacífico. La escena tenía algo de magia, transmitía la impresión de un ritual secreto. Por supuesto, hice lo único que sabía hacer en ese momento para calmarme: ¡me apunté también a esa clase! Dio su primera puntada en octubre de 2010 y aprendió a canalizar su ansiedad. Desde entonces no ha parado y supo que, otra vez, la vida tenía sentido a pesar de su traslocación genética que la impedía ser madre. Fueron desapareciendo las capas de miedo que la impedían ser feliz, a través de cada puntada. Bordar y bordar a la vez que se continuaba con los tratamientos de fertilidad; el mundo de las agujas le era familiar, las que utilizaba con el bastidor y las que atravesaban su cuerpo una y otra vez, pero, sus ovarios no respondían y los embarazos se pedían como si fueran hojas que se lleva el viento en otoño. Bordaba y lloraba, bordaba y lloraba… 

Diseñaba en su estudio y bordaba por las noches y los fines de semana, acumulaba hilos y telas de distintas texturas; Maga y Jagger, sus gatos, fueron depositarios del infinito amor que llevaba dentro mientras se refugiaba en el bordado hasta encontrar calmar su alma y encontrar su estilo propio.

Su libro es un testimonio vital, es la historia de una lucha por sobrevivir cuando el mundo se derrumba a tu alrededor llevándose por delante ilusiones y esperanzas; es un canto a las mujeres que trabajan en comunidad sosteniéndose unas a otras; es, en definitiva, encontrar el camino propio como hicieron otras que nos precedieron: Jane Austen, May Morris, Louisa Pesel o Louise Bourgeois.

El lema de la autora es
Bordar. Sanar. Repararme. Crear. Sentir. Compartir.

El Diario de una BORDADORA está repleto de fotografías llenas de color y esperanza, de amor, con los trabajos llevados a cabo por Sta. Lylo. Las lágrimas hace tiempo que quedaron atrás.

Lee y disfruta de un fragmento de la novela.

La autora:«Diario de una bordadora», de Srta. Lylo
Srta. Lylo es el nombre artístico de Loly Ghirardi, bordadora y diseñadora gráfica argentina afincada desde hace dos décadas en Barcelona. Estudió en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabajó en numerosos proyectos de diseño, hasta que el bordado la atrapó para siempre. Con bastidores, hilos y agujas crea piezas únicas y experimenta en distintos soportes. Tiene más de cien mil seguidores en las redes e imparte talleres de bordado por todo el país, así como en plataformas digitales como Domestika, donde cuenta con más de cincuenta mil alumnos. Es coprotagonista, junto con La Volátil, de El viaje (Lumen, 2020), de Agustina Guerrero. Diario de una bordadora (Lumen, 2023) relata cómo llegó al bordado y cómo este consiguió salvarla.

El libro:
Diario de una bordadora ha sido publicado por la Editorial Lumen en su Colección Lumen Gráfica. Encuadernado en tapa dura, tiene 192 páginas.

Como complemento pongo un vídeo titulado BEHIND THE SCENES | Señorita Lylo | Domestika.


Para saber más:
https://srtalylo.com/
https://www.instagram.com/srtalylo/?hl=es


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