*JUAN MARTORANO
A 968 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el inicio de la semana 139 de esta contingencia, y siendo el lunes 07 de noviembre de 2022, voy a referirme al tema de las elecciones de medio tiempo en EEUU.
Inicialmente había pensado escribir una nota en homenaje a la intelectual Maryclen Stelling, fallecida en el día de ayer 06 de noviembre de 2022, ya que aunque no la traté tan de cerca, si tuve la oportunidad de conocerla, y de compartir muchos de sus aportes escritos en mis blogs los cuales he reactivado en los últimos días. Evidentemente el mundo de la intelectualidad venezolana está de luto por tan irreparable pérdida.
En momentos en que la Revolución Bolivariana necesita de muchos teóricos y teóricas, de intelectuales, mujeres y hombres que le den forma y contenido a la Ideología de la Revolución Bolivariana, del Socialismo del Siglo 21 en Venezuela. Maryclen Stelling entra dentro de la categoría de las imprescindibles y el vacío que nos deja su partida será muy difícil de subsanar.
Pero, sin más dilaciones, entremos en el contenido del tema que hoy nos ocupa.
Como lo señala Daniel Víctor en un extraordinario escrito, las elecciones denominadas de medio tiempo en EEUU, ya que se trata de la renovación de las bancadas del Senado y de Representantes del Congreso de EEUU, importante para que dentro del sistema bipartidista en EEUU para la aprobación de las leyes en ese país, tendrá una importancia y repercusiones a nivel global. No obstante, muchas personas, y en especial analistas no están claros sobre cómo funciona el sistema para la elección a escenificarse mañana martes 8 de noviembre.
Primero es bueno señalar que el partido demócrata tiene el control en estos momentos de ambas cámaras del parlamento. Pero que producto de la mala gestión de Presidente Joe Biden, y sobre todo el crecimiento de la inflación en ese país, este partido pierda de manera contundente dicha mayoría, y los republicanos se hagan del control de las mismas de manera aplastante.
Esto indudablemente reducirá de manera considerable el poder de los demócratas durante los próximos dos años de la gestión del presidente Biden, e incluso incidir de manera importante sobre sus posibilidades de ser reelecto en 2024.
Realmente mañana 8 de noviembre no se celebrará una elección sino cientos de elecciones, aunque desde ya se considera que muchos candidatos ya tienen la elección asegurada, por lo que el control de las entidades en cuestión como ya he señalado, se decida en unas muy pocas votaciones reñidas.
Por ejemplo, el Senado, que en estos momentos se encuentra en una paridad 50-50 pero que está bajo el control demócrata debido a que la vicepresidenta Kamala Harris emite el voto de desempate, tiene 100 integrantes (dos por cada uno de los 50 estados de la unión). Hay 34 escaños en juego mañana, y los ganadores cumplen períodos de seis años.
La Cámara de Representantes, con 435 miembros con derecho a voto, está controlada por los demócratas con 222 votos frente a 213 en contra. Todos los escaños de esta Cámara están en juego, y los ganadores cumplen mandatos de dos años.
Todas las probabilidades y encuestas están en contra de los demócratas, pero este es un año inusual.
Esto porque por lo general, el partido que ocupa la presidencia del Congreso, en este caso los demócratas, ha tenido malos resultados en las elecciones de medio mandato. La frustración con el presidente suele propiciar el éxito del otro partido, en este caso los republicanos, y Biden tiene índices de aprobación muy bajos.
En la actualidad, los republicanos son favoritos para ganar la Cámara de Representantes mientras que el Senado podría ganarlo cualquiera, según Five Thirty Eight. Los demócratas gozaron de un importante impulso en las encuestas después de que la Corte Suprema fallara una sentencia impopular en junio que eliminó el derecho constitucional al aborto, lo que dio al partido la esperanza de poder desafiar las tendencias históricas, pero en general esa ventaja se ha desvanecido.
En tiempos tan polarizados, es sumamente difícil aprobar leyes a menos que un partido controle la presidencia, la Cámara de los Representantes y el Senado. Si los republicanos ganan la Cámara Baja o el Senado, tienen la posibilidad de impedir gran parte de lo que Biden y los demócratas esperan conseguir antes de 2024, cuando se celebrarán las próximas elecciones presidenciales. Habrá que despedirse de cualquier legislación demócrata importante.
Por otro lado, si los demócratas conservan el control de la cámara baja y aumentan su ventaja en el Senado, tal vez tengan más capacidad para aprobar leyes nuevas. Y, dado que los senadores tienen mandatos de seis años, aumentar la ventaja ahora les daría un respiro en 2024, cuando los analistas dicen que los republicanos probablemente se vean muy favorecidos.
Si los republicanos obtienen más poder, es posible que bloqueen los esfuerzos demócratas para codificar el derecho al aborto y tomar medidas sobre el clima, y que cuestionen la ayuda enviada a Ucrania.
Si los republicanos toman una o ambas cámaras, podrían utilizar sus nuevos poderes para crear una avalancha de investigaciones sobre los demócratas, como los partidos de la oposición han hecho durante mucho tiempo en Washington. Con citatorios y audiencias judiciales, podrían poner de relieve supuestas incompetencias o presuntas irregularidades en diversos temas, como el allanamiento al club privado y residencia del ex presidente Donald Trump en agosto, la retirada de Afganistán y la respuesta a la pandemia.
Los demócratas esperan que Biden y su familia estén entre los objetivos de tales pesquisas, junto con el doctor Anthony Fauci, uno de los principales asesores médicos de los gobiernos de Trump y Biden.
Algunos republicanos también se han comprometido a someter al presidente a un juicio político, un complicado proceso que podría obligar a Biden a comparecer ante el Senado, como ocurrió con Trump en los juicios políticos de 2020 y 2021. El senador Ted Cruz, republicano de Texas, dijo el año pasado que habría una “enorme presión” sobre una Cámara Baja republicana para llevar a Biden a juicio, “esté justificado o no”.
El control del Senado incluye el poder de aprobar a los jueces de los tribunales federales, incluyendo la Corte Suprema. Si los republicanos reclaman el control, existe el riesgo de que usen su poder para bloquear los nombramientos de Biden.
Cuando el presidente Barack Obama, un demócrata, tuvo que trabajar con un Senado controlado por los republicanos, estos bloquearon la nominación que hizo para la Corte Suprema en 2016. En cambio, Trump logró acelerar la aprobación de tres nombramientos a la Corte, gracias a un Senado favorable.
Aunque no son tan notorios, los nombramientos a tribunales inferiores en ocasiones también son muy influyentes. Como presidentes, tanto Trump como Biden han usado el control del Senado por su propio partido para instalar a decenas de jueces de su agrado en puestos importantes en todo el país.
En 36 estados se elegirá gobernador. Además de las otras facultades que tendrán, podrían ser muy influyentes a la hora de determinar si el aborto sigue siendo legal en varios estados.
Las contiendas para la Secretaría de Estado de cada estado no suelen recibir mucha atención, pero este año han atraído un gran interés debido al papel que desempeñan en la supervisión de las elecciones. Podría convertirse en un puesto importante si hay disputas electorales en las elecciones presidenciales de 2024, y algunos de los republicanos postulados en estados clave apoyaron las falsas afirmaciones de Trump de que le robaron las elecciones de 2020.
Así están planteadas las cosas para mañana en EEUU.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y patria socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas. , [email protected], [email protected] , [email protected] , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.