Juan Martorano
Como inicio de la presente entrega, y a pesar del título que utilice para llamar la atención en la edición de esta columna, lejos de mí estar alimentar un sentimiento xenófobo o chovinista en contra de los hermanos y hermanas de Colombia. No es ese el espíritu que me mueve, y por ello antes de formular la alerta que quiero hacer, considero que es necesaria esta aclaratoria.
En casi siete décadas de desangramiento con el vecino país, 6.5 y más de colombianos y colombianas han adoptado la República Bolivariana de Venezuela como patria, para hacer familia y para vivir, huyendo de la desigualdad social, de la guerra y de un Estado oligarca cuyo modelo está carcomido y vetusto. Lejos de mí ofender a esos hermanos y hermanas a quienes hemos acogido con los brazos abiertos.
Pero no es menos cierto también, y como en varias oportunidades nos lo recalcó el extraordinario periodista Walter Martínez, quien citando al fallecido senador estadounidense Bob Coverdale, que, en el marco del Plan Colombia, señaló lo siguiente: “Para poder dominar a Venezuela, hay que ocupar militarmente a Colombia…”
No es menos cierto también que desde hace años, la oligarquía colombiana, la de los apellidos en ese país no sólo es enemiga del propio pueblo colombiano, sino que además es enemiga del pueblo venezolano. Y como instrumento del propio imperialismo estadounidense, hará todo lo que esté a su alcance para acabar con el Gobierno Bolivariano, ayer liderado por Hugo Chávez y hoy liderado por Nicolás Maduro.
Y bueno en el marco de ese conflicto histórico, es oligarquía, como aliada de ese imperialismo que pretende sojuzgarnos y someternos, no escatimará cualquier forma de lucha para tratar de aniquilar a la Revolución Bolivariana.
Es por ello, que es muy importante destacar la advertencia que hace un par de semanas formulará el propio Jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, a propósito de la reapertura que decretaría el gobierno colombiano de Iván Duque (como instrumento de la oligarquía y EEUU) para plantearle un problema sanitario de grandes proporciones a nuestro país.
Recordemos que en estos momentos Colombia está en plena efervescencia. El denominado Paro Nacional lleva más de cuarenta días en ese país y Duque cumpliendo las instrucciones de su mentor político, Álvaro Uribe Vélez, ha pretendido ahogar en sangre la protesta social de un pueblo que no le acepta más humillaciones a sus opresores, y que pretende romper las cadenas del imperialismo yanqui y dejar de ser, como lo señaló un ex presidente, “el Israel de América Latina”. Y requiere con urgencia una maniobra de distracción y Venezuela le sirve de perfecto pretexto para desviar la atención sobre la terrible situación por la que atraviesa.
También debemos recordar que al inicio de la pandemia en Venezuela, a partir del mes de marzo del año 2.020, todo el mes de abril y mayo, las cifras de infección por el coronavirus 19 se mantenían totalmente aplanadas, y las cifras de fallecidos eran realmente extraordinarias por no decir inexistentes, con todo y el sub registro que evidentemente hay como ocurre en todos los países del planeta. No obstante, no se puede negar que el Gobierno de Maduro ha tenido control de la pandemia, tomando en cuenta un país asediado y bloqueado como el nuestro.
Fue precisamente por el manejo y control de la infección que hace un año y por estas fechas, de acuerdo a los protocolos sanitarios y al estudio de la experiencia de Wuhan (China) donde inició esta pandemia, que el Gobierno Bolivariano comenzó a implementar mecanismos de flexibilización de la cuarentena radical, colectiva, necesaria y voluntaria. Evidentemente no existía ni existe un manual para lidiar con este tipo de situaciones que se recuerde en la humanidad por lo menos durante los últimos 100 años, pero la experiencia en situaciones similares indicaba que resulta verdaderamente imposible desde el punto de vista social, económico y psicológico garantizar un confinamiento por períodos prolongados de tiempo. Y de ahí fue que nació el denominado “Método 7+7” que en realidad debería llamarse “Método7x7” que consiste en alternar 7 días de cuarentena radical por siete días de flexibilización social y económica.
Pues bien, recordemos que fue por estas fechas, teniendo las cifras más bajas de coronavirus y fallecidos más bajas no sólo de América Latina, sino del mundo, cuando se comenzó a registrar un incremento significativo de los registros de contagios y de fallecidos de Covid 19 en Venezuela.
Y como lo expresa una sabia conseja popular: “A veces los hechos parecieran repetirse, unas veces como comedia, otras como tragedia”, cabe recordar que ese incremento de casos se dio porque el foco de contagio del virus fue en el populoso Mercado “Las Pulgas” que sirve a la ciudad de Maracaibo, en el estado Zulia, y fue a partir del 26 de mayo del año pasado, en vísperas de implementarse el incipiente mecanismo de flexibilización, cuando comenzó este incremento de casos.
Luego que las autoridades comenzaron a establecer ese cerco epidemiológico, posteriormente la estrategia de agresión biológica del gobierno colombiano fue incentivar el ingreso ilegal a Venezuela de personas tanto venezolanas como extranjeras, a través de pasos ilegales conocidas popularmente como “trochas”, y los que volvían los llamaron “trocheros”, quienes eludiendo los controles sanitarios de las autoridades venezolanas, lograron llegar hasta la propia capital de la República, incrementando de manera significativa los casos. Así nos tuvieron durante los meses de la segunda quincena de junio, todo el mes de julio, agosto y hasta la primera quincena de septiembre, cuando nuevamente logramos aplanar la curva de contagios, todo esto de acuerdo a las cifras oficiales suministradas por el Gobierno Bolivariano.
El Gobierno Nacional retomó el control de la pandemia, de manera que se permitió otorgar una flexibilización amplia durante el mes de enero de finales de año, decisión está que permitió el reencuentro de muchas familias luego de meses que no se veían varios de sus integrantes. Hasta que a mediados de febrero de este año, las variantes P-1 y P-2 provenientes de Brasil, ingresaron al territorio venezolano, desatando la segunda ola de crecimientos significativos de esta enfermedad.
Para este humilde columnista que esto escribe, el ingreso de dichas variantes se dio por el sur de Venezuela, debido a las actividades de minería que se dan en los municipios del sur del estado Bolívar y fronterizos con Guyana y Brasil. Luego la semana previa del asueto de carnaval, se conoció el foco de cerca de 50 personas contagiadas detectadas por la Guardia Nacional Bolivariana en el Centro Comercial Ciudad Altavista I, popularmente conocido como “Macro Centro I”, donde los que hemos transitado por dicho Centro Comercial, hemos visto a las personas que ofrecen oro, dólares y euros en el referido centro comercial.
Ese segundo brote del virus nos confinó a las venezolanas y venezolanos luego del asueto de carnaval, durante la segunda quincena del mes de marzo de 2.021, hasta el punto que los que habitamos en Caracas estuvimos más de un mes confinados, debido a que la semana de flexibilización que iba del 15 al 21 de marzo, cuando se cumplía el primer año de la cuarentena, se decretó un cerco epidemiológico en el Distrito Capital, Miranda, La Guaira y el estado Bolívar, si la memoria no me falla, y posteriormente, Nicolás Maduro decretó una cuarentena radical la semana previa a Semana Santa, la propia Semana Santa y la semana posterior, es decir, 21 días de confinamiento, hasta que se pudo volver a cortar las cadenas de contagio y controlar nuevamente este brote en el país que permitiera la retoma del mecanismo del “7+7” en el país.
Y bueno, todo este recuento un tanto extenso, pero necesario, he tenido que hacerlo, a los fines de poder advertir lo que a continuación quiero destacar.
Como es un hecho público, notorio y comunicacional, el gobierno de Iván Duque informó que reaperturaría sus fronteras con sus países vecinos y fundamentalmente con Venezuela a partir del 01 de junio de 2.021. Dicha decisión fue enérgicamente rechazada por el gobierno de Nicolás Maduro debido a que las autoridades colombianas no habían establecido ningún mecanismo de control con las autoridades venezolanas a los fines de poder contener los posibles brotes de la pandemia en ambos países.
Pese a que Colombia tiene unas tasas de vacunación más elevadas que las de Venezuela, que apenas el 26 de mayo inicio su vacunación masiva, no ha logrado la denominada “inmunidad de rebaño” que la haga segura y no una potencial amenaza para nuestro país, desde el punto de vista sanitario.
Pues bien, después de algún contacto que se había establecido con Colombia, y que ellos se habían comprometido a no aperturar sus fronteras, resulta que faltaron a su palabra, y el propio 01 de junio abrieron las mismas a los ciudadanos y ciudadanas venezolanos y venezolanas y de otras nacionalidades “por el número de cédula”, imaginamos que colombiana.
A ello hay que agregar, que esos serían los ciudadanos que utilizan los pasos legales, porque no quisiera ni imaginarme los que deben haber ingresado al país por los pasos ilegales o “trochas” como ya indiqué párrafos más arriba.
Lo cierto es que gracias a mi trabajo de investigación con el apoyo de un equipo de expertos en estas lides que manejan estas estadísticas, es que me ha preocupado sobremanera el incremento de los casos activos que hemos estado teniendo en los últimos días, siendo que estamos en una semana de cuarentena radical.
Me detengo sólo en las cifras de casos activos registradas por la Comisión Presidencial para el Control, Seguimiento y Prevención de la Covid 19 de la República Bolivariana de Venezuela de los últimos tres días. El día 2 de junio, la Comisión Presidencial señaló que en Venezuela tiene 16.283 casos activos; el 3 de junio informó de 16.368 casos activos y el 4 de junio, que hasta ahora es la última cifra, se informó que se registran 16.583 casos activos.
Pero aún hay más, y esto es importante que el pueblo lo sepa y que las autoridades lo expliquen, que es el denominado Factor de reproducción o Rt.
Este factor estima el número de infecciones secundarias que genera cada caso. Me explicó, de cuantas personas puede contagiar una persona con Covid-19, que en varias oportunidades el entonces ministro de Comunicación e Información y Vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez lo explicó cuando le correspondió comparecer ante los medios para dar las cifras de la Covid 19 en el país. Si Rt>1 significa que la epidemia está en expansión. Si Rt<1 está en contracción.
Cuando el factor Rt está en expansión, a los pocos días los casos activos subirán. Esto aunado a la determinación de la tasa de ocupación hospitalaria es lo que puede determinar el colapso o no de los sistemas de salud de cualquier país del mundo producto de esta terrible pandemia.
En el caso de la República Bolivariana de Venezuela, de acuerdo a estadísticas que he ido manejando, este factor Rt durante el 04 de junio de 2.021 se ubica en 0,98, lo cual sería bueno, pero el promedio de los últimos 14 días es de1,061 lo cual indica la ineficacia de la cuarentena de hace dos semanas y de esta.
Por ello, cuando he llevado estos registros estadísticos y he ido observando este incremento de casos activos y del factor Rt, podremos observar que en los estados ubicados en el occidente del país y los llanos es que se está dando no sólo el registro de casos como tal, sino el incremento de los casos activos y, por ende, de la ocupación hospitalaria, si validamos las propias cifras de la Comisión Presidencial para el Control, Seguimiento y Prevención de la Covid 19 en nuestro país.
Todo esto es bueno que se estudie, y en especial para aquellos y aquellas que tienen responsabilidades de gobierno en sus distintos niveles, para que puedan adoptar las decisiones más pertinentes en beneficio de nuestro pueblo y que el diseño de las políticas públicas tengan el impacto esperado.
Y esto, además de la inobservancia y relajamiento de las normas de bioseguridad, y de que algunos pueden pensar de que como se ha iniciado la vacunación masiva en Venezuela, ya no debemos mantener los cuidados, podría estar motivado a situaciones muy similares promovidas desde Colombia el año pasado y por estas fechas, que es enviarnos personas en muchedumbre con el fin de desbordar nuestras autoridades sanitarias, incluso a través del ingreso ilegal de algunas personas a nuestro país, burlen el cerco epidemiológico, para que haya un crecimiento exponencial de los casos, colapsar nuestro sistema de salud, bastante golpeado en estos momentos producto de las medidas coercitivas unilaterales del EEUU, para que configurando el supuesto de emergencia humanitaria compleja, legitimar las políticas de injerencia y tutelaje a Venezuela y legitimar una eventual intervención que instale un gobierno títere plegado a los intereses hegemónicos de EEUU en nuestro país.
Fue la misma estrategia que se aplicaron el año pasado por estas fechas, y que pretenden reeditar al calco en esta oportunidad.
Por ello, sin caer en la xenofobia como ya señalé al inicio de este escrito, pero si quiero hacer el llamado de atención a las autoridades venezolanas de esta situación, para que no nos saboteen el equilibrio y la estabilidad que hemos logrado con el establecimiento del método venezolano “7+7” que sin duda es el mejor método que equilibra la preservación de la salud con las actividades económicas que contribuyan a la satisfacción de las necesidades humanas y la felicidad de nuestro pueblo.
Como me lo señala un camarada, y esto lo señalo con mucho respeto, Brasil, Colombia, Perú y Ecuador no combaten al Covid-19 porque les importa muy poco la gente sino la ganancia económica con las farmacéuticas y clínicas privadas. Más que una guerra viral, que sin duda algo de eso hay, hay que verlo como consecuencia lógica de su política neoliberal y capitalista donde colocan encima al capital en detrimento de la vida humana y del planeta. No en balde, el quinto objetivo histórico del plan de la patria que nos legó el inolvidable Comandante Chávez tiene que ver con el de salvar la vida de la especie humana en el planeta. En esta contaminada, y única nave espacial, parafraseando nuevamente a Walter Martínez.
Me disculpan lo extenso de esta entrega de esta edición de la columna, pero creo que era necesaria hacerla así por la importancia que tiene este tema en estos momentos, y más con el inicio de la vacunación masiva contra este terrible mal que azota al mundo, y que sectores enemigos de nuestro país con colaboración de algunos traidores que tenemos dentro, pretenden sabotear y que fracase para hacer daño a nuestro pueblo.
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. http://Www.juanmartorano.blogspot.com , http://www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano. jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano