Diario del año de la peste es una lectura lenta, a veces, incluso, tediosa. Sin embargo, siendo parte de nuestra historia o siendo ficción, según se quiera entender, nos muestra que, a pesar del paso de los siglos, el ser humano en sociedad se comporta de la misma manera ante una epidemia de peste que ante una pandemia de coronavirus. Toda una lección a aprender.
En cuanto al valor del contenido, muy alto. Se puede considerar la primera manifestación del periodismo tal y como lo conocemos hoy en día. En el sentido en que un hombre intenta contar objetivamente la realidad de su tiempo y hacer llegar los acontecimientos de sus contemporáneos intentando evitar todo sesgo. Obviamente no lo consigue y ca en muchos juicios de valor, sin embargo, el afán de contar la historia de la peste en la ciudad de Londres como un hecho real, le da mucho mérito a Defoe, pues no se había realizado este tipo de escritura con anterioridad.