En dos meses, las mujeres serán admitidas en la Logia Fébus. Una apertura histórica para el movimiento masónico
Claude Vaillant (en el centro). A su lado Jean Albert Bernos, responsable de la región Sur y España; y André Da Rocha, presidente de la logia Fébus. Fotografía de guillaume bonnaud
Se trata de una primicia y además es histórica. En dos meses la logia Fébus del Gran Oriente de Francia abrirá sus puertas a las mujeres y pasará a ser mixta.
"El principio de estructura mixta se adoptó en 2010 en nuestro último convento", señaló Claude Vaillant, Gran Maestro Adjunto, quien fue acogido en Béarn este fin de semana. "Se aplicará a cuantas logias lo deseen. Las cosas ser hacen de manera progresiva. 70 mujeres han sido iniciadas en Francia."
Abogado en los tribunales de París y también en Dinamarca, Claude Vaillant es, en el ámbito profesional, un especialista en estructuras de hormigón. Es algo que no le impide combatir, en el marco de sus funciones masónicas, la rigidez mental que amenaza una sociedad en plena evolución.
Laicos y abiertos
Lo demostró el viernes en una conferencia pública que reunió a unas 200 personas ("donde había jóvenes" manifiestan satisfechos los francmasones) en el teatro de Monte-Charge.
El tema fue "La modernidad y la masonería". Fue la excusa que permitió recordar los principios republicanos de laicidad a los que los "hermanos" están firmemente anclados, en una época caracterizada por grandes cuestiones. Así, la evolución de la estructura familiar, o los debates que afectan a la bioética.
Para Claude Vaillant estas cuestiones no pueden seguir siendo prisioneras de dogmas impuestos por los representantes de las religiones, ni caer bajo el manto de las entidades mercantiles.
Fue algo que le llevó, por ejemplo, a pensar que la adopción de un niño por una pareja homosexual puede tener una legitimidad a partir del instante en que el interesado encuentro una compañía, un afecto y una estabilidad.
Por las mismas razones considera que no puede plantearse oposición al progreso de la ciencia, citando como ejemplo la procreación médicamente asistida y con la condición de que no haya una utilización meramente mercantil.
"El límite es la ética", señaló. "El deseo del Gran Oriente de Francia -frecuentemente consultado por los parlamentarios- es además ser la conciencia ética d ela República."
Según su visión ésta es una reflexión de actualidad que, además, se traduce en hechos concretos. "Ante la disolución del discurso político, las personas esperan otra cosa", estima Claude Vaillant, antes de recordar que, desde el año 2006, los efectivos del Gran Oriente de Francia aumentan cada año entre un 3,5% y un 4%, lo que le permite a día de hoy totalizar 51.000 adherentesen el ámbito nacional. *
* Noticia aparecida el día 18 de Abril en "Le Soud Ouest". Traducción realizada por el autor de este blog.