No, no es El Jueves aunque el formato y lo liviano lo parezca. Es, se supone, un diario de información general. Lo cierto es que leyéndolo más bien parece estar leyendo un compendio de artículos de opinión sobre temas que los mass-media han decretado como de moda. Cortitos, eso sí, no sea que la mente del consumidor se agote de cansancio. Mucho dibujo y color, y poca letra y desarrollo de razonamientos (el desarrollo precisa tiempo, y espacio). Ameno, eso sí, para cierta franja de edad que esté además encuadrada en el estrecho sector ideológico que deriva de la línea editorial.
Son la franja descontenta del PSOE, la franja izquierdosa del PSOE, digamos, eternamente en descontento, algo así como esas simpáticas agrupaciones cristianas de base son para la Iglesia. No, no es la promoción de la disidencia interna, es el intento de mantener dentro del redil al mayor número de gente posible, ampliar el abanico. Una manera de consolar a la gente, aunque la realidad de sus organizaciones es gris y su servicio se defina por lo que hacen sus cuadros dirigentes, una pequeña burbuja diferente dentro que distrae de la cruda realidad a la que sirve su organización. La organización se asegura así que los descontentos no se larguen, que se queden haciendo bulto y que piensen que la realidad es otra, aunque sea irrelevante.
Así, si lo que cuenta de la Iglesia es dónde emplean sus dineros y las prédicas públicas que sus jerarcas emiten, siempre te encontrarás jóvenes desmelenados con buenos ideales que se tapan la nariz, miran para otro lado y se juntan alrededor de una hoguera a cantar salmos de fraternidad y amor. Y el PSOE sus medios y su “entorno”, aunque lo que cuente en realidad sea lo que votan o rechazan sus cargos en las instituciones y parlamentos, y las órdenes que dan en los órganos de gobierno, siempre ata entorno a sí a cuadrillas de jóvenes y les da un pañuelo pro-saharaui y una pandereta antisistema para que se desahoguen. Y tebeos de colorines. Que se desahoguen “ordenadamente” aunque sea irrelevante mientras sus jefes votan lo que votan.
El País era muy plúmbeo, pesado, y serio, y no había otro diario del PSOE para elegir. Surgió Público, zapaterino 100% (pagado, subvencionado, y beneficiado directamente por él) para que no se le escaparan por la izquierda sectores jóvenes y progresistas que votaban al partido. Claro, que votar al partido que guerrea en Afganistán matando civiles de la mano de un criminal de guerra como EEUU es duro para la psique, o simpatizar con un partido que dedica sus esfuerzos para alfombrar a las multinacionares bancarias y energéticas españolas o a los grandes fabricantes de automóviles mientras bajan pensiones y alargan la edad de jubilación es duro para la conciencia siendo progresista, y apoyar al partido que teóricamente es pro-saharaui pero en la práctica se dedica a reforzar la versión y los intereses de Marruecos puede acabar en esquizofrenia si no se ofrece un escenario teatral virtual alternativo donde descargar y desahogar la rebeldía.
Publico surgió así, y cumple esa función. Cara virtual B del PSOE, la cara virtual A es El País. Ninguna de las dos es la verdadera cara del PSOE, sino sus imaginarios, re-presentaciones, trasposiciones mentales. La verdadera cara es lo que vota el PSOE, no sus imaginarios.
Así, leemos el articulo de Jesús Maraña, director de Público, que sintetiza muy bien el juego. ¿Qué dice Maraña? Viene a decir que cuidadín, que viene la derecha en las elecciones catalanas, CiU. Vale. Dice que la solución para evitar la debacle de los progresistas e izquierdistas del PSC es animar a la participación, vale.
¿Cómo? ¿Hemos entendido que está diciendo que el PSC-PSOE es progresista y de izquierdas? Sí, eso. Pero a continuación lo refuta y dice casi lo contrario. Resulta que dice que el desencanto de los votantes de izquierdas para con los partidos supuestamente progresitas viene porque sus partidos han gestionado el poder mientras ha azotado “la crisis” (la bicha) que ha sido causada por….. “Políticas Neoliberales”, así en abstracto.
¿Qué hemos leído? Sí, eso mismo. que los partidos progresistas de izquierdas se han dedicado a hacer políticas neoliberales (de derechas entiendo). De hecho, no parece que tengan intención de hacerlas de otro tipo.
Tenemos pues, según el director de Público (segun lo que se infiere aunque no lo dice), lobos con piel de lobo (neoliberales que se declaran como tales) y lobos con piel de oveja (neoliberales que no se nos presentan como tales abiertamente). La propuesta pues, no es acabar con los lobos, es seguir metiendo al lobo vestido de oveja a cuidar de los corderos. Otra vez.
¿Pero cuál es el mecanismo psicológico que lleva a Maraña, a enredarse en la maraña mientras ve que algo vestido de oveja se zampa a los corderos que tiene al lado uno tras otro y resistirse a admitir que quizás sea un lobo? Pues el mismo mecanismo de la mujer que tiene 120 indicios delante suyo de que el marido se la pega con otra y no es capaz de formulárselo con imparcialidad a sí misma como hipótesis.Ella se dice; “Mi marido es bueno, y me quiere“, además, si no los he visto chingando, eso no puede ser. Si no lo veo, no existe, y si lo veo…. pues seguro que tiene una explicación, seguro que la asistenta estaba haciendo la cama y se cayó patas arriba mientras mi marido que cambiaba una bombilla en ese momento trastabilló, con tan mala fortuna que cayó entre las piernas de la asistenta y se la enchufó (la bombilla no) sin querer. Eso es. Y gritaban de dolor del golpe, ¡Eso!, de dolor.
Es el mismo mecanismo que lleva a la Iglesia a exculpar (disculpar) a los curas pederastas violadores. Son buenos, seguro. Alguna debilidad, o Satán los habrá seducido, engañado. No son culpables, son víctimas de provocación. Y débiles, los pobres.
Zapatero y el PSOE, igual, No es que hagan ellos políticas neoliberales, estas políticas “se hacen” (en tercera persona impersonal). Ellos “Se ven obligados a..” hacerlas. Por algún Satán o fuerza malvada difusa e imprecisa, muy a su pesar, pero ellos son “buenos”. Que llevan 18 años en el poder y hacen la política ellos, sí, pero ellos son ajenos a todo esto y a sus resultados. Seguro que tienen un “alien” que los domina, muy a su pesar, porque ellos son víctimas.
Cuando Zapatero o Trini Jiménez van por el mundo a promocionar la banca multinacional y las energéticas españolas van a disgusto, se les nota, van con una pistola a la espalda. “Se ven obligados a” ¿Quién los obliga? No se sabe, pero algo debe ser porque ellos son buenos, lo digo por fe. Cuando van al G20 a sentarse entre los opulentos y los capitalistas y codearse con la crême de la crême van a disgusto, se les nota, de hecho en los pasillos no hablan con nadie (no, no es porque no tengan ni idea de inglés) y cuando alardean de ser más ricos que ese país, o de que tienen más “money” que ese otro, no es que sean neoliberales, ni que les interese la pasta y sobresalir, están representando un papel a disgusto.
Dijo uno “por sus obras los conocereis” y otro más prosaico dijo “si tiene orejas de burro, cuatro patas, rabo de burro, y rebuzna, es que ES un burro“. Si hace políticas neoliberales, es neoliberal. Y las políticas no “se” hacen. Alguien las hace. Las hace quien gana la elección y gobierna.
¿Entretanto qué tenemos en ese diario? Lo previsible, todos los días Esperanza Aguirre, la Gürtel, y el obispo de Toledo como culpables de lo mal que va el mundo, boicot informativo a los grupos políticos de izquierdas, peloteo a los equipos de gobierno del PSOE, y exculpación de éste buscando un “Satán” o un “alien” como “Los mercados” “los tiburones” o algo que explique que el farsante lo sea sin dejar de ser bueno.