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Diarios infinitos #1: Cuando el bloqueo ataca

Publicado el 19 noviembre 2018 por Rebecafavila
Diarios infinitos #1: Cuando el bloqueo ataca
Duré cuatro años y medio leyendo como loca. A veces tres libros a la semana para hacer ensayos, algún examen o comentar algo coherente en la clase para poder pasar. La mayoría de esos libros fueron de literatura española, desde el Cantar del Mío Cid, pasando por Garcilaso de la Vega y Juan Boscán, llegando a Cervantes, Calderón de la Barca y Góngora, hasta Miguel de Unamuno, García Lorca, Miguel Hernández, terminando con Carmen Laforet, Alberto Méndez Borra y Antonio Buero Vallejo. En los últimos semestres leí literatura hispanoamericana: Jorge Isaacs, Mariano Azuela, Rómulo Gallego, Jorge Luis Borges, García Márquez, Vargas Llosa, Luis Sepúlveda, Fernando Vallejo, Elena Garro, Sabina Berman, entre otros varios. Estos fueron solo algunos nombres de los autores que revisé en mis clases, fue un viaje bastante enriquecedor del que nunca me voy a arrepentir por que hasta de los libros que no me gustaron nada terminé aprendiendo algo. Fueron cuatro años y medio muy bonitos, estaba haciendo lo que amo hacer y al hacerlo iba conociéndome más y más, crecí bastante como persona y como lectora, aprendí a apreciar otros tipos de expresiones artísticas y terminé de descubrir que mi mundo está en las letras.
Pero también fue una aventura cansada, leía y leía, a veces sin descanso para poder completar todas mis asignaturas. Me quedaba despierta hasta tarde y en la mañana muy temprano ya tenía un libro en las manos, me metí a diversas actividades extraescolares que también absorbían mi tiempo, en ocasiones llegué a sentir que mi cerebro se iba a apagar de tanto trabajo. Tuve ataques de estrés que me llegaron a enfermar, lloraba en ocasiones ante la más mínima provocación, llegué a sentir que no daba más y que tenía que dejarlo todo. Pero cuando estas siguiendo tus sueños, cuando no quieres dejar de lado tus metas siempre hay un pequeño atisbo de energía que te hace seguir y seguir, y pese a todo el cansancio, la frustración y el estrés, al final todo vale la pena. Así lo sentí el día de mi graduación y en mi titulación ese sentimiento fue aun más fuerte: todo había valido la pena, ya estaba más cerca del lugar donde quiero estar. Pero tuvo un pequeño costo.
Cuando terminé la carrera hice la lista de todos los libros que había querido leer y que no había podido tomar por falta de tiempo, los ordené en el librero para adentrarme en otros mundos, pero cuando tomé el primer libro ya no me sentía con ganas de seguir. Me aburría, me desesperaba, no entendía lo que estaba leyendo, al final dejaba el libro. No me pasó una, ni dos veces, fueron varias, no era el libro ni su autor, al final me di cuenta que el problema era yo. Estaba muy cansada, hasta cierto punto fastidiada de tanto leer, lo que quería era un descanso y así lo hice. Dejé los libros, vi series y películas al por mayor, salí a conocer nuevos lugares y a disfrutar de las cosas que me brindaba la vida. Seguía hablando de los libros con mucha emoción, los seguía tomando en las librerías con cariño, el amor por ellos ahí seguía pero no podía leerlos. Cuando comencé a retomar la lectura perdí a alguien muy importante en mi vida, mi abuelita partió de este mundo y me dejó un huequito en el corazón que me provocó no querer hacer nada por un par de meses. Entre el cansancio y la depresión volví a olvidar los libros, pero ahí seguían a un lado de mi cama como el recordatorio eterno del camino que quería seguir.
Después de un rato y poco a poco fui retomando el ritmo, leyendo libros cortos, leyendo cuentos o poemas breves, poco a poco, pasito a pasito. Aun me es algo difícil leer sin detenerme por el agobio, pero termino los libros sintiéndome un poco más feliz, un poco más completa. El bloqueo que he tenido también afectó en mi escritura, antes mi pluma era ágil e ingeniosa, ahora es difícil hacer un cuento coherente, las ideas no fluyen como antes, necesito volver a nutrirme para tener algo que dar. Pero la consistencia y la fuerza de voluntad ayudan bastante, escribir aquí ayuda bastante, incluso leerlos a ustedes me ayuda para terminar ese bloqueo extraño que se me generó luego de estar sumergida casi día y noche en los libros. Todos hemos pasado por bloqueos, todos encontramos una manera de lidiar con ellos, tenemos ritmos diferentes y está bien darte un descanso de vez en cuando, lo importante es retomar el camino, pues luego de un descanso las energía están casi renovadas y puedes encaminarte con más seguridad.
Diarios infinitos es una nueva sección del blog, aquí compartiré con ustedes algunas de las ideas que me pasan por la mente de vez en cuando con el fin de discutir un poco los temas que aquí se traten. Siempre es bueno conocer la opinión del otro e intercambiar ideas, así que los invito a acompañarme también en esta sección.
¿Han tenido bloqueos lectores? ¿Cómo han lidiado con ellos?
P.D. He creado una cuenta de twitter (@BlogMundos) para tener un mejor control de las redes del blog. El twitter que tenía antes aquí ligado es mi twitter personal, si deseas puedes continuar siguiéndome ahí pero no creo que te interese leer los tweets de una chica enamorada. Poco a poco iré teniendo un mejor control de todo, igual que mi Instagram (@MundosInfinitosBlog) en el que planeo hacer otro tipo de publicaciones. Luego de este breve aviso me despido, los invito a seguirme y no perderse mis ocurrencias.

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