el sábado por la mañana las cinco de nuevo volvimos a coincidir en un seminario fantástico, con profesoras de jardín de infancia y otras profesionales de la educación que también quedaron maravilladas con las líneas de trabajo. El nivel de satisfacción va en aumento, y eso es un orgullo para nosotras. Al terminar nos hicimos unas fotos divertidas, para celebrar el buen ambiente, y pusimos rumbo a la casa de Denise, otra profesora de la ECC, donde íbamos a alojarnos esa noche. Paseamos después el resto de la tarde y descubrimos rincones turísticos y no tan turísticos de Valparaiso. A la mañana siguiente, como broche de oro para nuestra estancia en el puerto, nuestra ya familia porteña nos invitó a comer a La Quinta de los Nüñez y pudimos disfrutar de un suculento costillar aderezado con cuecas y cerveza para sobremesa. La tarde la pasamos disfrutando de un evento bacán, La Dominguera, un encuentro popular de jóvenes en la Plaza El Descanso que se reúnen para contar cuentos, compartir música, poesía o cualquier otra pieza artística. Fue genial escuchar contar a Maria Paz y a Denise. Y también genial el formato o las historias de otros cuenteros. Con esto, volvimos a nuestra casa del cerro Monjitas y nos despedimos de Maria Paz y Gabriel con mucha pena, porque en unos días se habían convertido en algo muy importante para nuestro viaje chileno. Muy importante.