Esta semana se celebraba el Día Mundial contra el Alzheimer. Se celebra cada veintiuno de septiembre desde hace algunos años. Además este año, el dos mil once está dedicado a la investigación sobre esta enfermedad que, cualquiera persona puede padecer.
Hemos visto programas especiales en las diferentes cadenas de televisión, entre ellos el magnífico documental-película “bicicleta, cuchara, manzana”, donde Carles Boch retrata los dos primeros años de dura lucha de Pasqual Maragall y su familia con esta enfermedad.
Es importante dar a conocer los resultados de las investigaciones y sensibilizar al conjunto de la sociedad de estas dolencias sobre las que los propios investigadores reconocen saber todavía bastante poco.
Pero también esta misma semana se ha celebrado otra fecha calificada de internacional y, de la cual muy pocos medios se han hecho eco. Se trata del 23 de septiembre y se conmemora desde mil novecientos noventa y nueve el Día internacional contra la trata de personas con fines de explotación sexual.
Se calcula que sólo en Europa podrían estar entrando más de medio millón de mujeres y niñas con este fin y que las deja en un situación de absoluta vulnerabilidad y total desprotección frente a sus traficantes.
Este tipo de tragedia soterrada para las víctimas, genera millones de euros de beneficios a las redes organizadas que la propagan, mientras que las mujeres y niñas víctimas son despojadas de todos sus derechos y obligadas a ejercer las prostitución en condiciones que ni siquiera quiero imaginar.
Al perder sus derechos, pierden incluso el derecho a la vida que puede ser arrebatada en cualquier momento por parte de los traficantes de vidas humanas.
E insisto, pocos medios se han hecho eco de esta fecha pese a tener constatado que el Estado Español es uno de los puntos de paso más importante hacía Europa y un gran “consumidor” de este tipo de tráfico.
Justo de hoy en dos meses celebraremos el Día Internacional contra la Violencia de Género. Será el próximo 25 de noviembre y ese día recordaremos a las mujeres asesinadas. Llevamos casi cincuenta pero hay demasiado silencio con respecto a este tema. Es cierto que hemos avanzado mucho en este tema y que los medios de comunicación nos recuerdan (unos mejor que otros, todo hay que decirlo) el teléfono 016 de atención gratuita a las víctimas de este tipo de terrorismo que es igual de soterrado que el anterior, puesto que se ejerce en la intimidad de los hogares.
Justo unos días antes de la celebración de esta fecha, tendremos elecciones generales y quizás sea un buen momento para reclamarles a los partidos que expliquen públicamente qué propuestas llevan para la erradicación de esta situación que, aparte de sesgar muchas vidas de mujeres, también deja incapacitadas y mudas de terror a otras muchas que siguen siendo maltratadas y que son incapaces de dar un paso legal por temor a sus agresores.
Y no podemos quedarnos con el único discurso de: Tenemos una ley. Es cierto la tenemos, pero no hay recursos suficientes para cubrir las necesidades de las víctimas que, pese a haber denunciado y tener órdenes de protección, siguen muriendo.
Es cierto que tenemos una ley y que es avanzada y que es importante tenerla puesto que, en general, sacó el problema de los espacios domésticos y privados para llevarlos a la agenda política y social, pero las mujeres seguimos perdiendo la vida por ser mujeres.
Y lo peor de todo es que a medida que vamos combatiendo los mitos que justifican este tipo de asesinatos, van apareciendo otros que son creado por aquellos a quienes no interesa que las mujeres tengamos igualdad real frente a ellos. Los que, temerosos de perder los privilegios de los que han disfrutado históricamente, niegan que una sociedad realmente igualitaria sea, en parte, la solución y, por tanto continúan alimentando falsos mitos para justificar la barbarie de la muerte de mujeres a manos de unos asesinos que decían amarlas.
Pero como decía antes, afortunadamente hemos avanzado bastante en los últimos años en el tema de la violencia de género y queda mucho camino todavía por recorrer para la construcción de una sociedad realmente igualitaria en la que muchas personas, mujeres y hombres estamos comprometidos.
Y hasta que eso sea una realidad, habrá que seguir conmemorando (y recordando) entre otras, estas fechas, el 23 de septiembre como Día Internacional contra la trata de personas con fines de explotación sexual y el 25 de noviembre como Día internacional contra la violencia de género.
Somos muchas las personas que con nuestra lucha comprometida recordamos cada día las voces de aquellas que se han quedado sin voz por culpa de sus asesinos o sus traficantes y alzamos la nuestra para que sea escuchada en su nombre.
Ben cordialment,
Teresa