Dias de aprendizajes e introspección.

Esa mañana he asistido a una charla de Adolfo Gómez Papí, pediatra y autor del libro "El poder de las caricias", en la que hablaba de la importancia del contacto precoz, y ayer por la tarde asistí a tres ponencias de mi curso para asesoras de lactancia: una acerca de lactancia y trabajo, otra acerca de la biología del amor, y por último una acerca del crecimiento del recién nacido amamantado.
Ni que decir tiene que estoy encantadísima con toda la información que he recibido, pero me ha gustado especialmente la charla de hoy y la ponencia acerca de la biología del amor. 
No se trata de que hayan sido mejores que las otras, ya que todas aportan una información valiosisima, sino que me han llegado más y me han hecho pensar y plantearme muchas cosas...(de la charla del contacto precoz hablaré en otro post para no alargarme demasiado).
En la biología del amor nos hablaron de que las personas nos movemos en la vida dirigidos desde el amor o desde el miedo. No se trata del amor en sentido romántico, sino del amor en su sentido mas amplio y pleno, del amor que forma parte de nosotros, que forma parte de nuestro cuerpo.
Porque como bien sabemos, las hormonas que nos invaden cuando sentimos amor no son las mismas que las que nos invaden cuando sentimos miedo.  Y esto hace que decidamos y nos comportemos de maneras diferentes.
En la mayoría de los casos, no somos conscientes de esto y vivimos sin plantearnos el porqué actuamos como actuamos, ni si podríamos actuar y sentir de otra manera. 
A mí personalmente esa charla me ha generado muchas dudas acerca de mí misma, de cómo soy y cómo me conduzco por la vida, de las decisiones que tomo y por qué lo hago. Y he llegado a la conclusión de que gran parte de mí aún vive gobernada por el miedo. Me explico con un ejemplo:
Cuando me planteo un segundo embarazo y un segundo parto, una parte de mí me pide un parto natural, porque sé que es lo mejor para mi futuro bebé y psicológicamente, también es lo mejor para mí. Pero otra parte de mí me bloquea y no me permite tomar esa decisión. Y esa parte es el miedo. El miedo al dolor y a no ser capaz de aguantarlo sin sedación.
Entonces me doy cuenta de que realmente he tomado conciencia de que me gustaría tomar las decisiones desde el amor, pero el miedo me bloquea. 
Porque, como dijo la ponente, ese miedo al dolor es miedo a sentir, a vivir las cosas con toda su intensidad, cuando lo que sentimos (dolor, amor) es lo más verdadero que tenemos, algo indiscutible que nadie nos puede negar.
Esto me ha servido para enfrentarme cara a cara con mi verdad en lo referente al parto, a ponerle nombre, a reconocer y asumir mis temores. Y a darme cuenta de que me estoy dejando bloquear por el miedo. 
Ahora se abre ante mí un nuevo camino de introspección y autoconocimiento por recorrer y no sé lo que iré encontrando por el camino, ni a dónde me llevará, pero espero que me ayude a conectar más conmigo misma y a tomar mis decisiones (sean las que sean) con plena consciencia..  
De lo que estoy segura es de que cualquier aprendizaje es bueno y mucho más si nos lleva a conocernos más a nosotros mismos. Porque esa es la base del amor, el amor hacia uno mismo.