Revista Educación

Días de clases y calidad educativa

Por Sofogebel
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El ciclo lectivo 2010 ha estado marcado por los conflictos y las interrupciones, los problemas edilicios y...
 la pérdida de días y horas de clases. Este cuadro ha perturbado nuevamente el cumplimiento de la pauta legal de 180 días de clases, a la vez que ha afectado negativamente la calidad de la educación pública.
En este punto, es adecuada la sugerencia pronunciada por el Consejo Federal de Educación de formular un calendario escolar de 190 días de clases para el año próximo, de modo de compensar la pérdida de días por el incremento del número de feriados y eventuales conflictos sobrevivientes. La Ciudad de Buenos Aires y la mayoría de las provincias argentinas ya han adelantado su adhesión a la medida y se espera que toda la comunidad educativa incorpore medidas para velar por la extensión de los días de clases.
Se trata de un criterio adecuado, que privilegia el sostenimiento de los días clases. Complementariamente, y para resguardar el objetivo, es imprescindible alcanzar acuerdos con los gremios docentes a fin de evitar la adopción de medidas de fuerza. También es necesario implementar los planes de obra y refacciones en el verano, a fin de que las aulas del país estén en correcto estado para el inicio de clases. Además, se requiere que las autoridades tomen los recaudos necesarios para reducir la cantidad de días y horas libres, por falta de maestros y profesores.
Estas medidas de previsión conforman un presupuesto mínimo, a partir del cual debe construirse la mejora de la calidad de la enseñanza. El declive que se viene constatando señala la pérdida del liderazgo en calidad que supo tener la escuela argentina en Latinoamérica. Y, por sobre todo, este ocaso del sistema de instrucción público provoca inequidad y exclusión, ya que deja a los chicos y adolescentes provenientes de los hogares con menos recursos sin herramientas para el diseño de un plan de vida autónomo y para la construcción de un futuro que difiera del presente de marginación y pobreza.
La formulación de un ciclo lectivo de 190 días de clases es una medida positiva, que debe ser apoyada por otras de fondo que logren revertir el declive de la calidad educativa.
Fuente: clarin.com

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