Jay McInerney: Nueva York y el matrimonio
Días de luz y esplendor es la novela que cierra la exitosa trilogía de Jay McInerney sobre el matrimonio Calloway. Tres libros que han representado diferentes épocas, momentos y hechos históricos con Nueva York como coprotagonista. En esta última novela, con la crisis económica de 2008 como de telón de fondo, Russell y Corrine pasan por una crisis personal y matrimonial que nos llevará a ser testigos de una historia sobre las dificultades del amor y la vida.
Jay McInerney, el Scott Fitzgerald contemporáneo
El éxito de su primera novela —Luces de neón— convirtió a Jay McInerney (Connecticut, 1955) en uno de los escritores más populares de su generación en los años noventa. Aunque ese éxito llegó a Europa, con mucha repercusión en Francia; en España no terminó de cuajar, posiblemente, debido a las no muy buenas traducciones de las primeras ediciones publicadas.
En Estados Unidos Jay McInerney es un autor de prestigio y socialmente relevante. Ha sido comparado con grandes autores, reconocido incluso como el Fitzgerald de nuestro tiempo. Días de luz y esplendor recibió, de hecho, Le Prix Fitzgerald. Premio Literario francés creado por Marianne Estène-Chauvin, presidenta de la Academia Francis Scott Fitzgerald, que premia la obra traducida del inglés que mejor refleja «la elegancia, el espíritu, el gusto por el estilo y el arte de vivir del escritor estadounidense Francis Scott Fitzgerald».
La prosa y estilo de McInerney recuerdan, a lo largo de toda la trilogía y no solo de este último libro, al de Scott Fitzgerald. La historia de este matrimonio bien podría ser una historia creada por el mismo autor de Suave es la noche.
Jay McInerney ha contado a través del matrimonio Calloway la historia del Nueva York de su época. Al igual que hizo Fitzgerald retratando los alegres años veinte y los posteriores de la depresión. Ambos escritores ahondan en las dificultades del amor y el matrimonio, y retratan los claroscuros del sueño americano. Esa semblanza Fitzgerald-McInerney va más allá del estilo, y con ella juega el autor introduciendo guiños en su historia como la descripción que hace uno de los personajes de los protagonistas Russell y Corrine. «Eran iconos de la buena vida, la pareja perfecta, mientras el resto estábamos solteros y andábamos a la busca hechos una facha. Russell incluso tenía una chaqueta de esmoquin de terciopelo. Era todo muy Scott y Zelda, muy Nick y Nora».
Más allá de estos guiños, en su buen retrato del sector editorial se atreve con un episodio basado en hechos reales que recuerda, sin duda, al del prestigioso editor Max Perkins con Thomas Wolfe. Jack Carson, el escritor descubierto por Russell, decide marcar distancia con el editor contratando a un agente literario que no es del agrado de éste. Surgen rumores a raíz de un manuscrito de Carson con las anotaciones de Russell. Unos textos demasiado editados que podrían considerarse coautoría. Una sombra que en su momento planeó sobre las primeras obras de Wolfe.
Jay McInerney | Fotografía: Chris Sorensen para Observer.
Sobre las dificultades de la vida y el amor
Esta trilogía, que no necesariamente debe leerse en orden puesto que cada libro contiene una historia completa, se inicia cronológicamente con el crack de finales de los ochenta y la llegada de sus protagonistas a Nueva York, en la novela Al caer la luz. Con La buena vida avanzamos hasta el año 2001, a una ciudad en shock por los atentados del 11-S. Días de luz y esplendor nos sitúa en el Manhattan de principios del siglo XXI con el colapso económico mundial como telón de fondo, el crack de la bolsa de 2008 y la quiebra de Lehman Brothers.
En este contexto presenta una historia donde profundiza, posiblemente más que en los otros libros, en los retos que se plantean en el amor y el matrimonio. Conflictos en los que verse reflejado, sostenidos por personajes humanos, creíbles, con contradicciones y ganas de luchar. Teniendo que hacer frente a dilemas como dejar de lado sus principios e ideales para conservar sus trabajos.
Días de luz y esplendor Es una novela de personajes con valores burgueses, tema que aborda con profundidad desde los propios pensamientos de los personajes. No es superficial. Ahonda, de hecho, en esa superficialidad y frivolidad que presentan los personajes.
Del mismo modo que los personajes son imperfectos, tampoco recurre a representar una imagen idílica de Nueva York, sino la miserable. El Nueva York de la genta que la conoce de verdad, que no son otros que las personas que fueron a ella con la ambición de cumplir sus sueños.
Utiliza la ciudad como un protagonista más de la novela. Haciendo uno de los mejores retratos recientes que se han hecho de Nueva York desde la ficción. McInerney tiene una brillante capacidad para conectar la cultura, con la ciudad y el contexto histórico.
Días de luz y esplendor es el broche de oro a una trilogía redonda. Una novela de sociedad, de personajes reales, con la ciudad de Nueva York como testigo.
DÍAS DE LUZ Y ESPLENDORJay McInerneyLibros del Asteroide, 2021520 Págs.Bright, Precious Days[Traducción: Patricia Antón]