Hoy empieza la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM), unos días en los que se trabaja por reivindicar algo que no debiera ser reivindicado.
La SMLM la organiza la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna una institución ligada a la Organización Mundial de la Salud y UNICEF. Esta edición celebra sus 20 años y por eso su lema se centra en el recuerdo de todo lo realizado hasta el momento y en las necesidades del futuro: Comprendiendo el pasado. Planificando el futuro.Esta es una buena ocasión para seguir defendiendo la lactancia materna como algo natural, como lo más beneficioso para el bebé y lo más maravilloso para la madre. Del mismo modo que a los niños se les da papillas en un momento concreto de su evolución y nadie se dedica a reivindicar su necesidad, la lactancia materna debería ser algo tan normal. Pero por desgracia no lo es. Dejo al margen aquellas mujeres que objetiva y voluntariamente han decidido no dar el pecho a sus hijos. Tienen todo el derecho. Pero pienso en muchas otras que por falta de información, mala información y soledad han abandonado una opción que puede que con ayuda habrían mantenido como alimentación básica para sus hijos. La lactancia materna protege al bebé de muchas enfermedades (no sé si será casualidad pero mis hijos no contrajeron ninguna enfermedad en su primer año de vida). La lactancia materna les da paz, les da consuelo, les ayuda a dormir (sin necesidad de malcriarlos, aprenden a dormir sin el pecho, de verdad). Para las madres NO es una esclavitud. ¿Es una esclavitud llevar a nuestros hijos 9 meses en nuestro vientre? ¿Es una esclavitud cuidar de ellos? ¿Es una esclavitud ser padres para el resto de nuestros días?Espero que algún día la lactancia materna no tenga que ser reivindicada, sino simplemente celebrada. Tenéis más información sobre la Semana Mundial de la Lactancia Materna aquí.