Revista Música
A veces pienso o me creo que la misión de las tres mil millones de bandas que no conozco o conoceré es solventar las ganas. Las ganas de las bandas y las nuestras, las de todos. Porque escuchar puede ser un esfuerzo, o es, hay que correr la ventana del messenger, apagar la luz del facebook, enchufar la computadora al equipo de música y elegir entre tres mil millones de bandas. Pero nada es importante. Las ganas van y vienen y hay Días perfectos todos los días. Quiero club!
El lanzamiento de este primer single de su tercer disco viene con un interesante cortometraje antes conocido como video. Como una especie de personajes Sigur Rosenses improbables masticando chatarra van buscando el plástico de un estribillo que mira para adentro. Que puede ser tranquilamente de otra canción. La angustia en el pop es importante, el pop alegre se mantiene con el pop introspectivo arriba de un sintetizador que te haga mover los pies y te mantenga entre la sonrisa y la mueca triste. Días perfectos tiene el tempo de la contemplación, del recuerdo de la anécdota triste que se vuelve graciosa o la graciosa que se pone agridulce. Un sueño hecho de varios momentos con pulso manual que terminará abriendo el concierto a Portishead en Mexico.
Los amigos regalan su canción aquí
Gracias Happy-fi