Santa Clara (Cuba), 8 oct (EFE).- La tensión diplomática que viven Cuba y Estados Unidos tras los presuntos “ataques acústicos” sufridos en la Isla por diplomáticos norteamericanos sigue siendo el tema principal en la agenda política cubana.
El vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel , defendió que la mayor de las Antillas es “universalmente considerada como un destino seguro para visitantes extranjeros, incluidos los de Estados Unidos”.
“Algunos voceros y medios de comunicación se prestan a divulgar insólitas patrañas sin evidencia alguna, con el perverso propósito de desacreditar la impecable actuación de Cuba”, aseguró el dirigente durante un discurso en la ciudad de Santa Clara por los cincuenta años de la muerte de Ernesto “Che” Guevara.
EE.UU. ha evacuado a dos tercios del personal de su embajada en La Habana, expulsó esta semana a 15 diplomáticos cubanos de Washington y recomendó a sus ciudadanos que no viajen a Cuba por motivos de seguridad, después de que más de 20 de sus funcionarios y familiares de estos sufrieran en la isla “ataques” que aún se encuentran bajo investigación.
Niegan de nuevo estar detrás de los “ataques acústicos”
Cuba niega tajantemente haber perpetrado o facilitado estos ataques y considera que la “injustificada” y “precipitada” reacción del país vecino responde a intereses políticos.
En su intervención en el acto, al que también asistió el presidente Raúl Castro , el vicepresidente cubano reiteró que el país caribeño y su Gobierno “no realizarán concesiones inherentes a su soberanía e independencia, no negociarán sus principios ni aceptarán condicionamientos”.
Aunque no se ha confirmado de manera oficial, se espera que sea Miguel Díaz-Canel quien ocupe la presidencia de Cuba cuando Raúl Castro deje el cargo en febrero de 2018.
“Vivimos en un mundo colmado de contradicciones e incertidumbres, en una coyuntura caracterizada por crecientes amenazas a la paz, donde predominan poderosos intereses de dominación (…). En este estado de crisis el capitalismo neoliberal trata de expandirse, convirtiendo los valores de los pueblos en algo antiguo y no necesario”, arguyó.
Sostuvo que “lo que sucede en América Latina es ejemplo de estos procesos colonizadores”, y en el caso de Cuba “expresan el marcado interés de una reconquista política y económica que abra paso al capitalismo brutal”.
Retroceso diplomático desde la llegada de Trump
Cuba y EE.UU. restablecieron oficialmente sus lazos diplomáticos en julio de 2015 con la mutua reapertura de embajadas, pero el proceso de deshielo se frenó abruptamente con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, que dio paso a tensiones bilaterales agudizadas en los últimos meses por la misteriosa trama de los “ataques acústicos”.
El Departamento de Estado de EE.UU informó el viernes de que algunos de sus ciudadanos que viajaron a la isla también dicen haber experimentado síntomas similares a los de los “ataques” acústicos, pero reconoció que no tienen “manera de verificar si fueron afectados por los mismos ataques dirigidos” a diplomáticos.
Aunque los estadounidenses aún tienen prohibido hacer turismo en Cuba, la anterior Administración de ese país suavizó a raíz del deshielo las políticas hacia la isla y estableció varias categorías bajo las que sus ciudadanos pueden viajar a Cuba, como los motivos culturales, educativos o la relación “pueblo a pueblo”.
Esos cambios dispararon el número de viajeros de EE.UU que llegan a la isla, con una importante repercusión en la industria turística, que es la segunda fuente de ingresos del país caribeño.
Fuente: Ciber Cuba