Una tendencia unisex, que apuesta por prendas casuales, y que aparentemente busca la comodidad frente al estilo o la estética, aunque el resultado final a menudo resulta de lo más cuidado y estudiado. El término lo acuñó en 2013 el colectivo cazatendencias neoyorquino K-Hole.
Mejor unas sneakers que unos tacones de aguja, mejor unos boyfriend y una camiseta básica que unos pitillo... huir de lo trendy y abrazar lo casual, esa es su filosofía.
Probablemente esta tendencia surge casi como una declaración de intenciones anti-moda frente a la saturación a la que hemos sido sometidos como sociedad.