Todo cinturón necesita o precisa de un elemento para ser cerrado y ajustado a la cintura. En la antigüedad era muy frecuente que estas piezas se realizaran en plata y se decoraran con piedras semipreciosas o perlas.
Las hebillas están formadas por una parte móvil en forma de pincho, que entra en los distintos orificios de la parte de tela o cuero del cinturón, de forma que con ella conseguimos agrandar o achicar a necesidad el cinto.
Es una pieza de joyería que puede embellecer y enriquecer mucho tanto abrigos, como vestidos de noche y ceremonia.
Aunque en la actualidad es más frecuente encontrarlos de materiales más baratos, existe la posibilidad de reutilizar antiguas hebillas de cinturones para su uso. De esta forma siempre vamos a enriquecer la prenda con una pieza exclusiva y probablemente única.
Imágenes: @María Vintage Photography