Cuando tenía 14 años, mi mejor amigo murió una Nochebuena porque un borracho lo atropelló y lo dejó abandonado en la calle. Yo no tomo alcohol, y en Navidad no hago más que brindar a las 12 de la noche con una copa de champagne.
En mi familia no hay una bebida tradicional, tomamos lo que siempre cuando nos juntamos: gaseosa. Los hombres más grandes toman vino, pero nunca ha pasado de que a alguien se le vaya la mano con el alcohol. Detesto la gente que pierde la cabeza y pone de excusa que es culpa de la Navidad (cuando sabemos que esta celebración no tiene nada que ver con tomar y comer hasta reventar).
Hay que ser muy responsable a la hora de festejar. Hay que tener mucho cuidado con la gente que toma de más… y se puede festejar y pasarla hermoso sin necesidad de excederse.
¿o no?
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