Como dijimos ya, la beca que tuvo en París jamás fue aprovechada y se podría decir que sólo fue una apariencia para hacerse una figura reconocida en el entorno joven y político parisino, pues su inclinación hacia el comunismo y los sectores nacionalistas de su patria, era ya destacado. Es más, como citamos, su sector camboyano había obtenido gran apoyo gracias a muchos inmigrantes de su país en la capital de Francia, y así fundó a los Jemeres Rojos, un grupo con claras tendencias marxistas. Por aquel entonces, y a pesar de que el rey de su país entonces, Norodom Shihanouk, intentaba liberarse de los franceses luego de la intervención japonesa y la Segunda Guerra Mundial lo cual trajo consigo vientos de anti-colonialismo en todo el mundo, Pol Pot, como buen comunista, tampoco parecía estar de acuerdo con la monarquía. Antes de regresar a Camboya, se casó el 14 de julio de 1956 con Khieu Ponnary.
En Camboya y la Guerra de Vietnam
Cuando regreso a Camboya en 1953, Pol Pot vio un país muy cambiado al que dejó años atrás. La tendencia nacionalista se había incrementado por todas partes y nadie quería ya a los franceses. Por otra parte notó que los vecinos vietnamitas de Ho Chi Minh intentaban introducirse en la política camboyana, obviamente con miras a adherirlo territorialmente, una vez, en teoría aún, Vietnam sea independiente y comunista. Obviamente Pol Pot no quería a monarcas, franceses ni vietnamitas, sólo pensaba en una patria libre. Entonces comienza a dar clases de francés y a ganarse la vida de modo sencillo, a la vez que fue esparciendo postulados comunistas y nacionalistas entre sus compatriotas. Debido a su modo de pensar, no era considerado un mero independentista, sino un revolucionario.
Pero no todo eran malas noticias e incertidumbre, pues sus ideas se beneficiaron mucho de la separación del partido comunista de Indochina en el camboyano, vietnamita y de Laos. Con fama y experiencia política, el partido de Camboya se convirtió en Partido Revolucionario Popular de Kampuchea y obviamente Saloth Sar más conocido como Pol Pot, estaba entre los principales dirigentes. Se rechazaba totalmente el gobierno del rey, y parecía que vendría una guerra civil. Más aún cuando en el año 1962, el líder del comunista de Camboya, Tou Samouth, fue asesinado, lo cual hacía sospechar que Pol Pot podría haber estado implicado. Pero para entonces la guerra de Vietnam ya había comenzado, y Camboya no podía mantenerse al margen. Obviamente este conflicto sólo trajo al país más inestabilidad.
El gobierno monárquico se declaró neutral aunque afín a que Vietnam mantenga una política verdaderamente soberana. Camboya se mantuvo en esa línea hasta marzo de 1970, cuando el príncipe Norodom Sihanouk estaba en el extranjero y el general Lon Nol, aprovechó para dar un golpe de estado, apoyado por Vietnam del sur y Estados Unidos, países que en conjunto argumentaban que Camboya daba ayuda al Vietcong.
Pol Pot se da cuenta que había llegado la hora de actuar y así él y sus partidarios toman el control del partido comunista de Camboya y buscan dar otro golpe de estado. Para ello los seguidores del grupo formado en París forman una guerrilla muy cerca a la frontera con Vietnam del norte. El nombre de la organización se cambió finalmente al de Partido Comunista de Kampuchea, cuyos integrantes son conocidos simplemente como jemeres rojos. China les dio gran apoyo. Esto hizo que su guerrilla prospere, y como era de esperarse, dentro de Camboya, los sectores más pobres le dieron su apoyo. También decidió cambiarle de nombre a sus milicias, en este caso se le llamó Ejército Revolucionario de Camboya. Estados Unidos, mientras tanto, continuaba insistiendo en que Pol Pot tenía nexos con Ho Chi Minh y el Vietcong, y bombardeó el norte de Camboya, prácticamente durante catorce meses. Según los investigadores Estados Unidos arrojó sobre Camboya más bombas que sobre Japón en toda la Segunda Guerra Mundial. Obviamente las napalm y otros crueles instrumentos de destrucción incendiaron bosques, quemaron sembríos y mataron a muchos civiles. Se calcula más de medio millón de víctimas.
Obviamente los jemeres rojos se ganaron toda la gloria y obtuvieron aún más respaldo en Camboya. El dictador Lon Nol seguía en el poder gracias al apoyo de Estados Unidos. La guerra así entonces se había esparcido por sobre toda la región. Mientras tanto la política de Pol Pot se tornaba también farsante. Como sabía que debía ganarse a los grupos de derecha de su país, justificaba que su papel era el de un luchador para restituir al príncipe Norodom Sihanouk, el cual estaba exiliado en China. Finalmente la ciudad de Udong cayó y fue destruida en el año 1974 tras el avance de los comunistas. La matanza fue cruel y los bombardeos estadounidenses sólo incrementaron la masacre.
Los sobrevivientes y refugiados marchar a la urbe de Phnom Pneh. Eufóricos, los efectivos de Pol Pot, los jemeres rojos, avanzaron hacia esta urbe. Era el 17 de abril del año 1975 cuando en Phnom Pneh había alrededor de 2 millones de refugiados. Débiles los estadounidenses sólo contaban con una superioridad aérea que no podría mantenerse eternamente. Los comunistas aislaron la urbe y los americanos sólo retiraron a sus propias tropas y funcionarios. El dictador Lon Nol huyó llorando a Hawái. Cuando los civiles, hambrientos e indefensos, dieron la bienvenida a los comunistas, deseosos de que la guerra por fin termine, no sabían lo que les esperaba.
Pol Pot transformado en dictador: el genocidio camboyano
Ya en el poder y con la guerra de Vietnam terminada, Pol Pot declaró el año 1975 como el “cero”, es decir, anunciaba el inició de un nuevo orden, claramente comunista y repulsivo hacia lo occidental. El cambio fue brutal y súbito, de un día para el otro y sin preámbulos. Así se abolió el mercado y las relaciones comerciales, se empezó a reformar la educación, se cambió la moneda, se dio cambió a la política agraria; entre otros puntos. Obviamente Pol Pot quería construir un país autárquico y de tendencia agraria. En cuanto a la gente de ciudades como Phnom Penh, calificadas como traidoras y reconocidas como los del “17 de abril”, fueron rechazados socialmente y enviados a campos de trabajo. En enero del año siguiente nació entonces la Kampuchea democrática, en reemplazo de Camboya, la cual se declaraba francamente anti-vietnamita. Pol Pot fue astuto pues había usado hasta entonces a Norodum Sionahouk, el príncipe, como una especie de Kerensky, al cual mandó luego a arrestar. Estaba claro que era Pol Pot quien tenía verdaderamente el control. En un principio fue nombrado primer ministro y después sus sucesores, fueron todos unas marionetas.
Sin embargo aún no venía lo peor. En efecto un cuarto de la población perecería a causa de este régimen, totalmente aislado del mundo. Pero, ¿cómo es posible que esto haya sido ignorado? Tal parece que Pol Pot era reconocido internacionalmente por su capacidad de resistencia al estilo Ho Chi Minh y los del Vietcong, además claro, de ostentar el reconocimiento de haber derrotado al imperialismo estadounidense. Esto creó una cortina de humo que protegió al régimen despótico en Camboya. Así se dio rienda suelta al despotismo comunista en este país, y surgieron cárceles con claras tendencias inhumanas, se aplicaban torturas a lo largo y ancho del país, se acabó con personas sin crimen o juicio algunos, se realizaron deportaciones, y todo tipo de acciones consideradas crímenes contra la humanidad. El único modo en el que se conoció esto años más tarde, fue mediante los sobrevivientes o los familiares de las víctimas, los cuales consiguieron huir del país tras la invasión vietnamita del año 1979. Las muertes, las ejecuciones, el despojo de ejercer derechos básicos libremente, un régimen policiaco y autárquico, un atropello a valores culturales; eso era el régimen por el cual había luchado Pol Pot. Esta locura asesina le costó un millón y medio de vidas a Camboya.
Pero el régimen mismo ya cavaba su tumba pues las hambrunas, la pobreza generalizada y los problemas con países vecinos, colocaron al dictador y su cúpula en la mira. Pol Pot en realidad no estaba en situación de afrontar una guerra, pero quien sabe por qué la provocó; tal vez fue para recuperar algo de popularidad y apoyo. Sea como sea, su pretexto fue hacerse otra vez con la provincia de Kampuchea Krom que antes había pertenecido a Camboya y ahora estaba en manos de Vietnam.
Finalmente este país decide apoyar a los refugiados camboyanos y en diciembre de 1978 se da inicio al conflicto. Pol Pot huyó otra vez a las selvas del norte y el rey Norodom Sihanouk a China. Vietnam entonces funda la República Popular Camboyana. Esto le dio cabida a Pol Pot para encontrar más apoyo entre los sectores nacionalistas y anti-vietnamitas. Lo obtuvo viniendo de una temerosa Tailandia, de la comunista China, y del gobierno estadounidense el cual deseaba vengarse de su humillación en Vietnam. Sin embargo serían estos últimos los mismos que irían desenmascarando la crueldad del régimen al entrevistar a sobrevivientes del genocidio, tras desarticular campos y liberar presos políticos. En mayo de 1988, Vietnam anuncia su retiro de Camboya bajo la condición de que los jemeres rojos dejen de existir. China tampoco reconocería ya a Pol Pot en el poder y al año siguiente, en agosto de 1989 cuando se llevó a cabo una reunión entre todas las partes en París, se anuncia que no se daría más apoyo al régimen por más comunista que fuere.
Como era de esperarse, los jemeres rojos, siguieron activos y boicotearon las primeras elecciones multi-partido en Camboya. Sin embargo, la opinión internacional y los mismos camboyanos, antes de que corra más sangre, prefirieron que los comunistas mueran por sí solos. En efecto, eso sucedió y paulatinamente, estos últimos fueron perdiendo apoyo popular y muchos que se hacían llamar comunistas, dejaron de serlo. Pero aún les quedaba una última acción en vida. Desesperado, como capitán que se hunde en su barco, Pol Pot empezó a atentar contra sus propios compañeros y sus familias para poder tener un final honroso. No obstante, los mismos jemeres ordenan la detención del genocida y posiblemente habría muerto ejecutado por su propio grupo. Pero estaba ya muy enfermo y muere el 15 de abril del año 1998, sin jamás pagar por lo que hizo; su cuerpo fue quemado. Si bien la versión oficial informa que había sido víctima de un paro cardíaco, algunos creen todavía que fueron los jemeres rojos los que acabaron con la vida del dictador. Es decir, el mismo grupo que lo había ayudado a llegar al poder y había hecho el trabajo sucio por él. El que a hierro mata, a hierro muere.
Última entrevista a Pol Pot