“Die My Love” (2025) cuenta la historia de Grace, una escritora y joven madre, que se hunde lentamente en la locura. Encerrada en una vieja casa de Montana, su comportamiento cada vez más agitado e impredecible deja a su compañero, Jackson, preocupado e impotente.La directora Lynne Ramsay siempre ha presentado películas sumamente incómodas pero que hablaban de realidades que suelen ser apartadas o escondidas por vergüenza o puro terror.
Ya desde su debut en el largometraje, “Ratcatcher” (1999), se atrevió a adentrarse en los suburbios de Glasgow en la crisis del 1973. Desde entonces, sus películas han tocado temas como el suicidio, las malas maternidades, la psicopatía o el improbable amor entre un veterano despiadado y una niña desaparecida con un estilo muy particular, pausado, pero con un gran interés cinematográfico. Tras casi diez años de espera después de su último film, esta semana llega a nuestras pantallas su último largometraje, “Die My Love”.Para escribir la película, la directora Lynne Ramsay ha contado con la ayuda de dos guionistas: Enda Walsh y Alice Birch. Walsh es conocido por escribir el debut en largometraje del aclamado director Steve McQueen, “Hunger” (2008), así como películas como “Disco Pigs” (2001), una sección de la película de tres historias “La casa” (2022), o la reciente “Small Things Like These” (2024). Birch, por su parte, es famosa por haber escrito películas como “Lady Macbeth” (2016) o “El prodigio” (2022), ambas con Florence Pugh, pero sobre todo por participar en series como “Succession” (2018-2023), “Normal People” (2020), “Conversaciones entre amigos” (2022) o la adaptación en formato serie de la obra de Cronenberg, “Inseparables” (2023).
El guion presenta a una joven y energética chica que es madre por primera vez y, tras el acontecimiento, empieza a perder la cordura y drenarse de vitalidad al ver que su pareja le es más ausente y su vida va desapareciendo por la nueva criatura, entrando en una espiral de locura y decadencia que usa para evadirse de su realidad y a la vez, atraer la atención de su pareja ausente y los que los rodean. “Die My Love” trata la salud mental de forma crudísima. El film expone una situación de depresión postparto que es retorcida al extremo solo para ponerlo en foco y poder horrorizarnos con una realidad que suele ser invisibilizada. La construcción del personaje de Grace es compleja. Por una parte, empatizamos con el desdén que siente respecto a Jackson y su familia y el aislado entorno en el que se le ha impuesto su condena, siendo apartada de sus vidas y reduciendo a la maternidad toda su vida, por lo que entendemos por qué hace lo que hace. Por otra parte, la explosión de Grace en todos los conflictos y las decisiones que toma son tan extremas que no podemos evitar sentirnos alejadas de lo que propone. Es una decisión de guion bastante arriesgada y se ha hecho para poner en foco la problemática real que quiere tratar el film. Al hacer una película tan radical en su contenido es muy posible que aleje a gran parte del público y la gente en general encuentre “Die My Love” espantosa, pero no podemos sino apreciar la valentía de Ramsay, Walsh y Birch en construir un retrato tan crudo de la tristeza y la autodestrucción que viene a veces tras un parto y cómo pone en foco la salud mental que, muchas veces, es reducida en ir a terapia sin un trabajo de acompañamiento por parte de los seres queridos de la persona que está sufriendo, siendo casi inútil su tratamiento. Bestial y arrolladora, aunque aleje a mucha gente.
Para protagonizar el film se ha contado con la popular Jennifer Lawrence. Tras ganar el Oscar en 2013 a Mejor Actriz Principal por “El lado bueno de las cosas” (2012) y después de protagonizar una de las sagas de acción y aventuras con tono crítico más famosas de la historia, “Los juegos del hambre” (2012-2015), y participar en la factoría Marvel y sus X-Men, Lawrence empezó a correr riesgos interpretativos muy loables. Desde su participación en “Madre!” (2017), la sátira “No miras arriba” (2021) o la comedia romántica semi erótica “Sin malos rollos” (2023), parece que Jennifer ha estado más interesada en disfrutar de sus papeles y retratar a personajes que sean más enriquecedores a nivel interpretativo. Grace es uno de esos personajes. La explosión interpretativa con la que aborda Lawrence al personaje podría encasillar a actrices que estén empezando con su carrera actoral, pero viniendo de la actriz de Indian Hills la cosa es más interesante. Nunca antes habíamos visto a Jennifer tan pasada de vueltas y más siendo algo totalmente buscado. Cada aparición en pantalla de Grace es como una bomba de relojería que explota en nuestros rostros. Se come totalmente la película ya que ella es la película. Grace es un personaje complejo y podría ser malinterpretada, pero Lawrence consigue darle una dignidad en sus acciones bastante loable. Una fuerza imparable pero profunda. Le acompaña el carismático Robert Pattinson.Al igual que Lawrence, Pattinson fue definido en los 2010 por una saga de películas adolescentes, la saga “Crepúsculo” (2008-2012), que lo encasilló un poco con un actor insípido por sus interpretaciones. Por suerte, Pattinson quiso alejarse completamente de ese mundo y desde entonces el actor londinense ha escogido trabajos tan interesantes como “Good Time” (2017), “El faro” (2019), “El diablo a todas horas” (2020) o la reciente “Mickey 17” (2025), además de ser el estupendo nuevo Batman en “The Batman” (2022). En esta ocasión, Pattinson queda un poco relegado a un segundo plano como Jackson, siendo arrollado por Lawrence en casi la totalidad de la cinta. Aparentemente, es la fuerza serena de la trama, pero sus pequeños errores y pasotismo hacen que estemos en su contra, y Robert sabe que debe mantenerse aislado, ofreciendo una sobria interpretación sin destacar más allá de algunas muestras de amor y desesperación. Completa el reparto la mítica Sissy Spacek, la cara absoluta de “Carrie” (1976) o “Malas tierras” (1973). Spacek actúa como la madre de Jackson, la figura femenina y atormentada que conecta con Lawrence mientras intenta buscar el mayor beneficio para todos. Es un personaje muy interesante, con una dualidad psicológica que en manos inexpertas podría ser un desastre, pero la mirada de Sissy siempre ha sido tremendamente expresiva y, una vez más, consigue mostrarnos ambas partes de su Pam con maestría. Destacar, finalmente, la participación en el film de actores como LaKeith Stanfield o Nick Nolte, siendo un casting de lo más interesante.
La dirección de Ramsay siempre se ha regido por una frialdad en sus personajes de lo más estilizada. Desde sus inicios con “Ratcatcher”, “Morvern Callar (El viaje de Morvern)” (2002) hasta sus últimos films, “Tenemos que hablar de Kevin” (2011) y “En realidad, nunca estuviste aquí” (2017), Lynne siempre ha tratado a sus protagonistas con cierta distancia, siendo espectadores de sus acciones sin implicarnos mucho en sus psiques más profundad. “Die My Love” es su film más personal, y eso destaca especialmente a cómo trata el personaje de Lawrence y nos implica en lo que está sintiendo, desde el dolor al deseo, para poder entender tanto a su protagonista como a su directora. Para adentrarnos más en la psique de Grace se ha optado por un aspecto de proporción muy cuadrado, de 1:1:33, haciendo que en la mayoría de los planos haya muy poco espacio para el respiro y el espectador tiene que afrontar a Grace, su locura, y la reacción de los que la rodean, además de generar una sensación constante de claustrofobia y ahogamiento por parte de la pobre Grace. La puesta en escena va acorde con esta idea, Ramsay juega con los entornos interiores para que se muestren hostiles a pesar de ser de lo más cotidianos, oprimiéndola también, haciendo un contrapunto muy interesante cuando el personaje de Lawrence decide adentrarse en la naturaleza.La dirección de fotografía va a cargo de Seamus McGarvey quién, además de colaborar con Ramsay en “Tenemos que hablar de Kevin”, es conocido por fotografías películas como “Expiación. Más allá de la pasión” (2008), “Anna Karenina” (2013), por las que obtuvo dos nominaciones al Oscar a Mejor Fotografía, o films como “Alta fidelidad” (2002), “Las horas” (2002), “Godzilla” (2014), “Animales Nocturnos” (2016) o incluso “Los Vengadores” (2012). En cuanto a “Die My Love”, McGravey optó por los 35mm, aportando mucha imperfección con grano y textura, casando así con la idea de Ramsay de incomodidad y visceralidad. Muchas veces se han optado por planos fijos en interiores, haciendo partícipe el entorno hostil, como si estuviera juzgando la actitud de Grace. En contraposición, Seamus juega con la cámara en mano para enfatizar una sensación de inseguridad y malestar que se apodera de la protagonista. Además, el juego con las texturas y la iluminación bastante expresionista hace que todo se siente como en un mundo hostil y surrealista, a pesar de que el relato sea bastante realista, dejando de lado la extremidad de las acciones de la protagonista.
En cuanto al diseño de producción, hay una gran apuesta para ayudar al departamento de fotografía a hacer que el entorno sea hostil para Grace. El diseño de la casa donde habitan los personajes principales es entre inquietante y a la vez rutinario y funcional. Las localizaciones están muy bien encontradas y al estar tan alejado de todo aporta una sensación de soledad y aislamiento al conjunto, además de ofrecer una naturaleza que rodea a Grace, como llamándola a que se salvaje. Los equipos de maquillaje, peluquería y vestuario hacen un buen trabajo, especialmente, al mostrar la evolución tanto física como mental de nuestros personajes. La belleza efímera que presenta la pareja inicial se va deteriorando a medida que avanza la trama, y sus cuerpos se van deformando acorde tanto por argumento como por el mensaje que pretende dar Ramsay.
En definitiva, “Die My Love” es una cinta muy valiente que habla sobre la depresión postparto y la salud mental, en forma de un espiral de decadencia y violencia por parte de una estupenda Jennifer Lawrence, acompañada de un casting maravillosa que le apoyan y ayuda a brillar con una construcción de personaje muy interesante. Un producto audiovisual muy arriesgado y que funciona estupendamente si entras en el conjunto, aunque posiblemente va a ser muy odiado entre el público general.
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- ##check## Lo bueno
- Jennifer Lawrence da vida a un personaje complejísimo con gran habilidad.
La apuesta radical de Lynne Ramsay.
El apartado técnico va con unas ideas claras, aparentemente sencilla, pero que funcionan muy bien. - ##times## Lo malo
- La apuesta es tan radical que no gustará a muchos.
Tiene altibajos de ritmo y al final puede ser algo repetitiva.
Que no saque una conclusión clara del todo de lo que expone.
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- Ambientación 7.0
- El entorno juega con el mensaje que quiere transmitirse.
- Desarrollo de Personajes 7.0
- Algo radical pero con una evolución completamente plausible.
- Argumento / Guión 7.5
- Muy valiente en su forma y contenido, además de una construcción original, aunque muy alejada de la comercialidad.
- Banda Sonora 6.5
- La elección de temas pop es maravillosa. La BSO orquestal va acorde con el contenido, aunque no fascina.
- Entretenimiento 6.0
- Tiene altibajos de ritmo y al final es algo repetitiva.
- Montaje / Innovación técnica 7.0
- Una apuesta clara para ayudar a mandar el mensaje original. Gran equipo entre fotografía y dirección.
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- Puntuación Total 7 / 10







