Diego Cañamero mancha el buen nombre de las “Marchas por la Dignidad”

El conocido sindicalista y organizador de las Marchas por la Dignidad, Diego Cañamero, tiñe de camorristas las “Marchas por la Dignidad” llegadas a Madrid el 22 de marzo.

Ya sin haber comenzado el fatídico final de lo que en un principio empezó como una manifestación pacífica, se podía prever el resultado de las “Marchas por la Dignidad”, teniendo en la organización a Diego Cañamero. Y es que, este polémico sindicalista, interpola el papel del defensor del obrero español, con una forma de actuar nada ética, pero luego resulta ser, el perfecto cacique que mira para él único bien de su propia casa.

“La tierra es para quien la trabaja” son palabras muy utilizadas por Diego Cañamero, Portavoz Nacional del SAT.

Y también es un mensaje puesto en acción por el mismo, tras la ocupación de fincas en Andalucía. Ahora bien, ¿qué han ocurrido con esas fincas? ¿Están siendo trabajas por los jornaleros? ¿Qué ha ocurrido con aquellas que pertenecían a su asociación?

La finca del Bosque “Tierra y Libertad”, era una cooperativa del SOC, ahora es una propiedad privada que pertenece al hermano de Diego Cañamero, José Manuel Cañamero. Por si fuera poco, la familia del hermano, recibió a parte una casa de protección oficial y un solar de protección oficial.

Para el otro hermano de Diego Cañamero, Francisco Cañamero, el reparto se trató de la construcción de una casa, con fondos públicos del Ayuntamiento de Coronil por su cargo político de aquel entonces.

Y ya no hablemos del material de construcción a nombre del ayuntamiento, del uso de maquinaria de construcción municipal, de sus viajes a Cuba pagados, son propiedades con dinero público sin haber pagado, etc.

Conociendo sus juegos y manipulaciones, ¿cómo aún le sigue tanta gente? Se habla de la corrupción política, pero, ¿y de la corrupción sindical? ¿Tan gruesa es la venda que llevan en los ojos sus colaboradores? Ahora bien, conociendo como se las gasta Diego Cañamero, y habiendo formado parte de la organización de las “Marchas por la Dignidad”, ¿realmente no se podía esperar ese final de la manifestación? Iban preparados, armados, “domesticados” en cuanto a la actitud que debían tener…

El fatídico final de las “Marchas por la Dignidad”

Aquellos manifestantes pacíficos que estaban haciendo honor a su derecho a la dignidad, no merecen ser encasillados por ese grupo de camorristas, que podrían haber seguido las órdenes de algún personaje del estilo de Diego Cañamero.