Revista Cultura y Ocio
" Y es más fácil, ¡oh España!, en muchos modos,
que lo que a todos quitaste sola,
te pueden a tí sola quitar todos."
(Francisco de Quevedo, 1580/1645).
Para escribir una novela o rodar una película la vida de DIEGO DE VARGAS ZAPATA (1643/1704), madrileño, casado con la torrelagunense Beatriz de Pimentel. Fundador y primer alcalde de la Cofradía de San Isidro en Torrelaguna, donde residían hasta que por su cargo Capitán de los Reales Ejércitos, tuvo que partir a la conquista y pacificación de Nuevo México (Estados Unidos).
Está considerado como el último conquistador a la antigua usanza. Habiendo los indios PUEBLO en 1680, expulsado tras una rebelión a los españoles de Santa Fe hasta El Paso, tras doce años de esta situación se le encomienda en 1692, recuperar la ciudad y el territorio, lo que consigue tras una serie de escaramuzas y pactos con los indios que le valieron el ser nombrado Capitán General y Gobernador de Nuevo México y que se conmemoran cada año en la ciudad de Santa Fe, en los USA, donde tiene estatua. Carlos de Sigüenza y Góngora, sobrino del poeta Luis de Góngora publicó en ese mismo año sus hazañas en la reconquista de Nuevo México.
Trajo nuevos colonos a Santa Fe desarrollándola como centro comercial y fundando nuevos pueblos. A Diego se debe la consolidación y expansión de los territorios españoles hacia Colorado y Arizona. En 1694 fue el primer europeo que entra en una expedición en el Valle de San Luis y cazan quinientos bisontes.
Pacificadas las tribus PUEBLO, empiezan aparecer por la zona otros indios nómadas y guerreros, comanches, utes, apaches, quizá también empujados por la incipiente penetración iglesa y francesa por el este y norte, que saqueaban las aldeas y tribus pacificadas. Así en 1704, en una campaña contra los apaches que estaban atacando a las poblaciones establecidas a lo largo del valle de Rio Grande, Diego enferma y muere repentinamente, "...puede afirmarse que murió en el campo de combate, herido de un extraño mal, montando infatigablemente en su caballo. Así pasó los últimos días de su vida inquieta." (Crónicas de la época).
Sus hijos tras su partida a América, quedaron en Torrelaguna con su madre falleciendo esta al año de partir Diego y quedando bajo la custodia de su tío, hermano de la madre, el mayor Juan Manuel fue a visitarle a Méjico en 1699 y volviendo a España en 1702 murió, Alonso tambien fue y quedó por Méjico. Allí Diego también tuvo descendencia, otros cuatro hijos con una india, de los que existe documentación y lo que les dejó su padre, casas y pertenencias en Méjico. En Torrelaguna quedaron sus hijas y la mayor Isabel de Vargas Pimentel heredó el marquesado de las Navas de Barcinas, que la corona como premio entregó a su padre.
Existen numerosísimas cartas que los escribía desde Méjico a los hijos en Torrelaguna. También su nieto Diego José López y Vargas residió murió y fue enterrado en el convento franciscano de Torrelaguna.
*Foto de estatua de Diego de Vargas en Santa Fe-Estados Unidos