Revista Remedios

Dieta Low Carb vs Dieta Bajo IG

Por Paleosop

El objetivo de este post es el análisis comparativo de los efectos de una dieta low-carb (baja en carbohidratos) frente a una de las dietas que habitualmente se promueven en algunas asociaciones y webs para paliar el Síndrome de Ovarios Poliquísticos: la dieta de bajo IG o índice glucémico. La dieta de bajo IG, si bien es cierto que ha reportado beneficios en mujeres con SOP, no es ni de lejos la mejor alternativa.

Para ello revisamos un importante estudio realizado por el Departamento de Medicina de la Duke University Medical Center, Durham, Carolina del Norte, en el año 2008 sobre los efectos de ambas dietas en pacientes con Diabetes Tipo II.

Antedecentes

El macronutriente de la dieta que eleva la glucosa sérica postprandial (aquella que se hace presente en la sangre dos horas después de haber ingerido los alimentos) y la insulina más potente es el hidrato de carbono. Esta fuerte relación entre carbohidratos de la dieta y la glucosa sérica postprandial condujo al desarrollo de medicamentos que bloquean la absorción de hidratos de carbono para el tratamiento de la diabetes tipo 2, tratamiento que actúa sobre la consecuencia pero no sobre la causa.

Previos estudios clínicos que habían reducido el porcentaje de carbohidratos de la dieta y/o el índice glucémico de los carbohidratos ya reportaron mejoras en el control glucémico en personas con diabetes tipo 2. Además, las dietas bajas en carbohidratos se han encontrado eficaces para el tratamiento de la obesidad por períodos de hasta 24 meses.

En varios estudios anteriores, dietas cetogénicas bajas en carbohidratos condujeron a mejoras en el control glucémico en pacientes con diabetes. Podría entonces intuirse que una dieta cetogénica baja en carbohidratos daría lugar a un mejor control glucémico que una “dieta de bajo índice glucémico”, y eso es lo que pretende demostrar este estudio.

Método

Participantes

Los criterios para la elección de participantes fueron:

  • Diagnóstico de la diabetes mellitus tipo 2 (confirmado por la hemoglobina A1c> 6,0%)
  • Aparición de la diabetes posterior a los 15 años
  • Sin antecedentes de cetoacidosis diabética
  • Rango de edades: de 18 a 65 años
  • Índice de masa corporal (IMC) a partir de 27-50

Los criterios de exclusión fueron:

  • Condición médica inestable o grave;
  • Enfermedades importantes como la enfermedad hepática (AST o ALT> 100 UI / L)
  • Enfermedad renal (creatinina sérica> 1,5 mg / dl)
  • Cáncer
  • Embarazo
  • Madres lactantes.

Los participantes fueron sometidos a las dos dietas anteriormente mencionadas:

Dieta baja en carbohidratos

En este grupo, la ingesta de carbohidratos fue restringida a menos de 20 gramos por día, sin restringir la ingesta calórica de forma explícita. Los alimentos permitidos eran cantidades ilimitadas de alimentos de origen animal (es decir, carne, pollo, pavo, otras aves de corral, pescado, mariscos y huevos); cantidades limitadas de queso (por ejemplo, cheddar o suizo, 4 onzas por día), queso fresco (por ejemplo, casa o ricotta, 2 onzas por día), ensalada de verduras (2 tazas llenas por día), y verduras sin almidón (1 taza por día). Se animó a los participantes a tomar por lo menos 6 vasos de líquidos permitidos todos los días. Además, se recomienda beber caldo disuelto en aguas2-3 veces al día durante las dos primeras semanas para reducir los efectos secundarios.

Dieta de bajo IG

Los participantes de este grupo siguieron una dieta baja en calorías, con aproximadamente el 55% de la ingesta calórica diaria de hidratos de carbono. La ingesta de energía fue individualizada en 2,1 MJ (500 kcal) inferior a la ingesta de energía calculada del participante para mantener el peso (21.6 * la masa corporal magra + 370 kcal + factor de actividad).

Resultados 

La pérdida de peso fue mucho más significativa en los participantes de la Dieta baja en carbohidratos tal y como nos muestra la tabla:

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Perfil metabólico

Para los perfiles de lípidos en ayunas, el grupo Dieta baja en carbohidratos presentó un aumento del colesterol bueno HDL (+ 12,7%), mientras que el grupo Dieta bajo IG no presentaba ningún cambio en las últimas 24 semanas. Los 7 parámetros asociados con el síndrome metabólico mostraron una mejoría para el grupo Dieta baja en carbohidratos frente a los 5 de 7 mejorados para el grupo Dieta bajo IG como podemos ver en la siguiente tabla:

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Cambios respecto al uso de medicamentos

Al inicio del estudio, 22 (75,9%) del grupo Dieta bajo IG estaban tomando medicamentos hipoglucemiantes (insulina sólo n = 3, agentes orales solamente n = 19), y 20 (95,2%) del grupo Dieta baja en carbohidratos estaban tomando medicamentos hipoglucemiantes (agentes de insulina + orales n = 4, la insulina sólo n = 4, agentes orales solamente n = 12). Veinte de los 21 (95,2%) participantes del grupo Dieta baja en carbohidratos tuvieron una eliminación o reducción de la medicación, en comparación con 18 de 29 participantes (62,1%) del grupo Dieta bajo IG (p <0,01).

Conclusiones

En este estudio observamos que ambas dietas llevaron a una mejoría en el control glucémico, reducción o eliminación de medicamentos para la diabetes y pérdida de peso en personas con sobrepeso y obesidad durante un período de 24 semanas. Sin embargo la dieta baja en carbohidratos demostró ser más eficaz para mejorar el control glucémico.

La dieta baja en carbohidratos combina dos enfoques que, por su propia cuenta, mejoran el control de la glucosa en la sangre: la pérdida de peso y una dieta baja en índice glucémico. La pérdida de peso a través de cambios en la dieta tiene un efecto beneficioso sobre la diabetes.

Aunque este estudio corresponda a un ensayo con personas diabéticas, se ha demostrado en el Programa de Prevención de la Diabetes (DPP) que cambios en el estilo de vida pueden prevenir la Diabetes 2

En definitiva, la dieta baja en carbohidratos condujo a la reducción de peso, la mejora en el control glucémico, y la elevación del colesterol HDL, pero sin deterioro de los parámetros de lípidos en ayunas. Se observó que todos los componentes del síndrome metabólico fueron mejorados. Es interesante puntualizar que el grupo Dieta bajo IG, a pesar de consumir menos calorías que el grupo Dieta baja en carbohidratos, tuvo una menor pérdida de peso.

¿Qué tiene esto que ver con el SOP?

Como ya hemos comentado en diversas ocasiones, uno de los principales detonantes del SOP es la Resistencia a la Insulina y, es sabido que las mujeres con SOP son propensas por este motivo a padecer en un futuro Diabetes 2. Este estudio sugiere que el enfoque de una dieta baja en carbohidratos como puede ser la dieta paleo similar a como la concebimos en esta web, puede ser uno de los tratamientos dietéticos más eficaces para la diabetes y, por ende, para revertir los síntomas del SOP derivados de la RI.

Esto no significa caer en el concepto erróneo de consumir cantidades desorbitadas de carnes, se deben consumir cantidades importantes de vegetales. Recordad Paleosoperas, ¡platos verdes!


Fuente: http://www.medscape.com/viewarticle/706139


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