La elevación de las grasas sanguíneas (colesterol y triglicéridos) aumenta los riesgos de padecer complicaciones vasculares, incluyendo el infarto, el derrame cerebral y la insuficiencia renal.
Los objetivos son: disminuir la cantidad de grasa saturada, grasa trans y colesterol en la dieta. Estas medidas ayudan a reducir el colesterol total y el LDL (colesterol malo) de la sangre, lo cual disminuye los riesgos de padecer enfermedades vasculares.
Las grasas saturadas se encuentran en los alimentos de origen animal y lasgrasas trans en los alimentos procesados y empacados (leer las etiquetas) y de los restaurantes de comidas rápidas.
Los aceites vegetales, ricos en ácidos grasos poli-insaturados y mono-insaturados, ayudan a bajar el colesterol cuando se ingieren en su forma natural, pero no cuando se usan para freír. Los aceites de mejor calidad son el de oliva y canola. Recomendamos su ingesta moderada con las ensaladas.
Los estudios han demostrado que la ingesta de alimentos con alto contenido en fibras mejora el control de la diabetes y reducen el colesterol y los triglicéridos. Por lo tanto, recomendamos comer frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
La avena, que es un cereal, es el alimento que más baja el colesterol, sobretodo la avena integral. Se puede cocer con agua o leche baja en grasa y comerse sin colar, pues ahí está la mayor parte de la fibra.
Una excelente forma de bajar el colesterol es ingiriendo salvado de avena, el cual se puede tomar con agua, con leche, con frutas o agregándoselo al cereal. Empiece con una cucharada y puede aumentar gradualmente hasta media taza diaria.
El efecto beneficioso del pescado se debe a su alto contenido de ácidos grasos omega-3, los cuales disminuyen los triglicéridos elevados. También mejora la circulación.
© Dr. Juan Luis Fernández
Tomado del libro de nuestra autoría "Diabetes: guía médica y nutricional"
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