Los mejores años de nuestra vida son los de la herrumbre y la metáfora, los años confiados a la ternura, los años de los abrazos en los bares. Hoy me he enterado de que uno al que le tenía cariño va a convertirse en un banco. Ah cuántos abrazos he dado en los bares, qué nostalgia de algunos.
Tengo fe en en el futuro, no hay mejor religión que la que todo lo fía al futuro o al azar o a la conjunción de los astros. La religión es una ecuación cuya incógnita es el tiempo
Me pregunto qué hará Dios en lo más oscuro de la noche, si abrazar la tiniebla es un oficio y si le gusta, si el cielo es, a consideración suya, limpio, y en esa blancura se esmera en la voz y habla con más afecto a sus hijos, si no percibe el color ni el olor de la sangre ni la advierte sus manos, si Dios es un muerto en la noche que recita la arenga negra de su soledad infinita.
