Aunque es relativamente reciente en España, lo cierto es que esta dieta ya lleva un año de andanza en otros países como Estados Unidos o Reino Unido. En los Estados Unidos, famosos como Hugh Jackman, Jennifer Lopez o Miranda Kerr la siguen, y en el Reino Unido, la NHS o Servicio Nacional de Salud británico ya ha expresado sus dudas sobre sus efectos a medio y largo plazo (aún hay que hacer investigaciones concluyentes que respalden sus posibles beneficios o sus más que probables peligros).
Creada por el médico y periodista Michael Mosley, la periodista Mimi Spencer y la nutricionista Sarah Schenker, la idea es que la gente puede comer lo que quiera o llevar la alimentación “normal” durante cinco días y los otros dos realizar un ayuno ingiriendo 500 calorías las mujeres o 600 calorías los hombres, no necesariamente teniendo que ser días consecutivos; de hecho, se aconseja que no lo sean. Primer punto que nos hace pensar en que esta dieta no es tan ideal como aparenta.
Por supuesto, han sacado dos libros, “La Dieta Rápida” y “El libro de recetas de la dieta rápida”, lo que hace pensar también en lo fraudulenta que puede ser esta dieta, junto con muchas otras, y que nos haga dudar de su efectividad a largo plazo cuando se deje de seguir la dieta. Además, promete una rápida pérdida de peso, y como no nos cansamos de decir en esta sección, es lo que conlleva al efecto yo-yó y lo que pone en riesgo nuestra salud. Una pérdida de peso debe poder mantenerse en el tiempo y debe ser progresiva para que nuestro organismo se vaya adaptando.
Los dos días de “ayuno”, evidentemente, van a ser dos días hiperproteicos y ricos en fibra, en los que al menos dejan comer verduras, lo único que no se puede comer en estos días son hidratos de carbono refinados, que para él son la pasta, el arroz y la patata. Pero me pregunto yo, ¿la pasta o el arroz integral tampoco podrían comerse? Hasta donde yo sé no son refinados; aunque si he de de suponer la respuesta ésta sería que no, tampoco pueden comerse; así que mi siguiente pregunta sería, ¿por qué razón? Supongo que la respuesta sería que simple y llanamente siguen siendo hidratos de carbono.
Los defensores de esta dieta aseguran que es perfecta para reducir las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y reducir la incidencia del cáncer o el Alzheimer; además, dicen que agudiza los sentidos. Por si esto es poco, Mosley apunta la última ventaja: “La restricción calórica, comiendo bien pero no mucho, es una de las pocas cosas que se ha demostrado para aumentar la esperanza de vida, al menos en animales.”
Punto primero, ¿qué entiende este hombre por “comer bien”? Porque hay es dónde normalmente está el problema, en que la persona no come bien, ya sea porque come más de la cuenta, menos de la cuenta o porque no sabe combinar los alimentos siguiendo las pautas adecuadas o porque come alimentos con calorías vacías, precocinados, bollería industrial, etc.
Y punto dos, ¿esos datos pueden ser extrapolables a los humanos? Yo no me creo que porque una rata haya mostrado que con la restricción calórica era más lista y vivía más, a nosotros nos pase lo mismo. Que me lo demuestren con estudios y entonces empezaré a creérmelo, hasta entonces permitidme que sea un poco escéptica.
Incluso los creadores de esta dieta advierten que, a pesar de las ventajas, siempre hay unos efectos secundarios negativos pero que no hay que tener en cuenta ni dar mayor importancia (¡sorpresa!). Entre estos efectos secundarios encontramos insomnio o dificultad para dormir, mal aliento (que aparece siempre en dietas bajas en carbohidratos), irritabilidad, deshidratación, somnolencia durante el día, estreñimiento, dolores de espalda (y más diría yo), ansiedad.
Incluso la nutricionista Schenker, comenta: "Estamos en medio de una crisis de la obesidad y hay que medir qué es peor - el ayuno intermitente o permanecer obesos".
Pues bien, mi respuesta a esta mujer es la siguiente, no hay por qué medir qué es peor, hay que buscar medios de luchar contra la obesidad sin necesidad de poner en riesgo la salud de las personas. Todos sabemos cuál es el problema de esta obesidad, en resumidas cuentas y generalizando se debe a comer mal y hacer poco ejercicio. No hay que lucrarse con la gente que quiere perder peso de una manera fácil y rápida, lo que hay que hacer es enseñar a la población cómo se deben hacer las cosas y, siguiendo buenos métodos como lo intentamos los nutricionistas, se puede perder peso sin necesidad de sufrir, sólo con voluntad y esfuerzo, no es fácil no nos engañemos, pero no hay que eliminar alimentos, ni prohibirlos, ni necesidad de ayunar... Sin embargo, cada vez me doy más cuenta que lo que realmente a la gente le gusta es sufrir, les sorprender ver a gente que “está a dieta” y come de todo, dicen que eso no puede estar bien, que entonces vaya dieta está siguiendo.
Pero eso son otros temas, que en todo caso analizaríamos en otro post. Con esto me voy a despedir, esperando que seáis conscientes de que esta dieta es una más, siguiendo la estela de la Dukan, que no tiene ningún resultado prolongado en el tiempo.
Un saludo :)
Realizado por Cristina Vallespín Escalada
Fuentes
Huffington post.
Servicio Nacional de Salud británico(NHS).