Siempre me ha parecido que, para algunas cosas, el año empieza en febrero... Sí, veréis, os explico:
El día de Año Nuevo andamos aún con la resaca de la Nochevieja y los días siguientes los pasamos agobiados porque a los Reyes Magos les faltan aún muchos encargos por hacer. Después del Roscón toca la desagradable tarea de hacerse a la idea de que la Navidad terminó y de que esa decoración festiva que nos ha acompañado estos días debe desaparecer de casa hasta el año que viene (¡qué pereza da recoger todo! ¿verdad?). Además, toca rescatar libros, mochilas y uniformes, que los niños regresan al cole y se impone la vuelta a la rutina, y, por si fuera poco, están todos esos pequeños "fallos"que han tenido sus Majestades y que hay que solventar antes que termine el período de cambios. Para colmo, queremos buscar un huequillo para aprovechar las rebajas...¡qué estrés!.
Total, que llega finales de enero sin que nos demos cuenta y sin que hayamos vuelto a pensar en aquellos propósitos que teníamos para el año del cual ya casi hemos consumido una doceava parte.
¿No te ocurre casi lo mismo? Por eso digo que el año nuevo parece que empieza en febrero, al menos en lo que a propósitos se refiere, así que aun estamos a tiempo de sentarnos un ratito, escribirlos y dejarnos ayudar por expertos como el profesor Wiseman de la Universidad de Hertfordshire que, ante el hecho de que sólo 1 de cada 10 personas cumplen sus propósitos de Año Nuevo, hizo un estudio en el que observó cómo 5000 voluntarios intentaban conseguirlo.
Llegó a conclusiones como que aquellos que fracasaban no tenían un plan, lo cual hacía que pronto vieran su objetivo como inalcanzable. Otros, se centraban demasiado en las consecuencias de fracasar, o adoptaban modos de actuar que habían observado en otros pero totalmente ajenos a ellos, o fantaseaban demasiado acerca de éxitos inalcanzables, o pensaban conseguirlo aplicando sólo su propia fuerza de voluntad. Todos ellos errores a evitar según Wiseman.
En conclusión, éste experto nos da 10 claves para establecer objetivos con unas mayores garantías de éxito. ¿Quieres conocerlas?
1.- Elige sólo un propósito
Las oportunidades de éxito serán mucho mayores si focalizamos toda nuestra energía en un sólo propósito cada vez y en cambiar todo aquellos que nos impide alcanzarlo. Lo cual, por supuesto, no quiere decir que, una vez conseguido, no podamos pasar al siguiente sin esperar a un año nuevo (recuerda los retos que proponemos mensualmente en este blog). Este propósito debe ser lo más concreto posible, ya que, por ejemplo, algo tan inespecífico como "llevar una vida más sana" implica demasiados cambios para afrontar de una sola vez y la dispersión lo más probable es que nos lleve al fracaso.
2.- Planifica
No esperes al último día para decidir cuál va a ser tu objetivo; es decir, si el 1 de febrero quieres comenzar tu reto, no lo decidas el 31 de enero, son necesarios según este experto un par de días al menos para concretar lo que queremos conseguir, darle forma y elaborar un plan para llegar a ello.
3.- No mires atrás
Evita repasar errores pasados. El rememorar en el momento de acometer un reto la forma en que fracasamos la vez anterior que lo intentamos sólo nos causará desánimo y frustración aunque, yo añadiría a las reflexiones del experto que siempre es bueno tener en mente en qué fallamos en esa ocasión para no tropezar de nuevo en la misma piedra.
4.- No limites tus expectativas
No te limites a los retos que todo el mundo se propone, léase, bajar unos kilos, aprender inglés o apuntarse al gimnasio. Deja volar tu imaginación y, sobre todo, conecta con lo que realmente quieres conseguir, aquello que te haría más feliz.
5.- Trocea tu reto
Divide tu reto en una serie de pasos o escalones de forma que puedas concentrarte en ir consiguiendo cada día pequeñas metas que te vayan acercando a la gran meta final. Esto mantiene según el profesor la motivación por la sensación de progreso.
6.- Déjate ayudar
Háblale a tu familia y amigos de tu propósito, nos aconseja el director de este estudio, para evitar el abandono y contar con ayuda. En mi opinión, es importante elegir bien las personas a las que te confías, pues puede que sean "plomos" en lugar de "corchos" como ya vimos aquí.
7.- Piensa en la recompensa final
Recuérdate regularmente los beneficios que lleva aparejada la consecución de tus objetivos escribiendo, por ejemplo, una lista de los aspectos en que mejorará tu vida cuando lo hayas logrado. Repásala a menudo, sobre todo en esos momentos en que sientas que flaquean tus fuerzas.
8.- Prémiate
Date algún premio cada vez que superes uno de los pequeños "subretos" en que has dividido tu objetivo; una sesión de peluquería, un masaje o regalarte ese capricho que tanto te gusta pueden ser alicientes que te ayuden a seguir motivado.
9.- Deja constancia
Concreta los resultados de tus esfuerzos por escrito llevando un diario, haciendo tablas o sencillos gráficos si los resultados son cuantificables, con un tablero en el que cuelgues fotos si el progreso se nota en tu aspecto físico, etc. Es importante que nunca olvides que estás avanzando, que, más deprisa o más despacio, lo estás consiguiendo.
10.- Asume los pasos atrás
Ten en cuenta que lo más probable es que algún día aflojes y vuelvas a caer en los malos hábitos que intentas evitar, pero tómalo como un fallo pasajero que, aunque pueda suponer un pequeño retraso en la consecución del objetivo, no te hará abandonar.
¿Qué te ha parecido? ¿Crees que puedes mirar al próximo 1 de febrero como tu particular "comienzo de año" y empezar a luchar por todo aquello que quieres conseguir?
¡ÁNIMO!
P.D. Ya sabes que me puedes encontrar en la Farmacia La Rotonda de Tacoronte si quieres ayuda para algún reto relacionado con la nutrición ;),Leer el artículo completo