Porque para subir puertos espatarrado y a velocidad de tortugas no hace falta que te demos consejos, ¿verdad? Eso lo puedes hacer perfectamente tú solito. Pero no, aquí de lo que se trata es de intentar optimizar lo máximo posible tu performance en las subidas largas, y para ello vamos a intentar darte otra de nuestras sempiternas listas de diez consejos. Porque, para que engañarnos, cinco son pocos y quince tantos que no te vas a acordar de ellos cuando vayas a 180 pulsaciones. Porque las alcanzarás, te prometemos que las alcanzarás.
Eso sí, para que no te lleves a error, te repetimos la cantinela de todos los días, esa que nos sirve de frase ejemplificante en Merkabici…somos cicloturistas, amigo, así que no tenemos que demostrar nada a nadie. Si los de tu grupeta suben a quince y tú solo puedes ir a doce tienes la posibilidad de intentar agarrarte a la última rueda como un perro, pero también puedes subir dientes, ascender el resto del puerto a doce por hora y disfrutar de las vistas y el ejercicio. Nunca olvides eso, para que jamás te sientas frustrado.
Así que, como siempre, allá vamos.
- Cadencia, cadencia. Cuando tus amigos realicen un cambio de ritmo intenta alcanzarles a base de cadencia. En general, la mejor forma de afrontar un puerto de gran extensión es hacerlo con un desarrollo relativamente leve y cadencias altas. Solo de esa forma conseguirás que la acumulación de lactato en tus músculos sea sostenible y no te deje tocado para el resto de la subida. Además, a base de cadencia también se pueden alcanzar cifras de vatios que te dejarían con la boca abierta.
- Cultiva tu resistencia anaeróbica. Esto es bastante personal, dado que la potencia, que es de lo que tratamos aquí en definitiva, tiene un fuerte componente genético, por lo que algunos la tienen y otros no. Pero también es posible entrenarla, tal y como te mostramos en algunos artículos en días pasados. Por ello es interesante que cuentes con una adecuada base anaeróbica para que puedas digerir los cambios de ritmo o pendientes sin comprometer tus piernas de cara al futuro.
- Ahorra energía. Si piensas que en el puerto vas a tener que dar lo mejor de ti mismo porque realmente no te sientes seguro sobre tus posibilidades de escalador la mejor idea es ahorrar toda la energía posible, con el fin de alcanzar las pendientes lo más entero que puedas. Eso sí, si estás en medio de una competición (o en un pique de esos que tenemos a veces hasta el final) puede que sea una buena idea intentar ahogar a los más escaladores en el llano, llevándoles con la lengua fuera para que lleguen ahogados a la subida y tengan que dejar unos momentos de recuperación antes de imponer su ritmo. Al fin y a al cabo entre estas dos opciones se ha venido moviendo el ciclismo profesional desde hace más de un siglo.
- Procura equilibrar tu cadencia. La idea no es que saques una media de 80 pedaladas por minuto, sino que mantengas esas pedaladas (o 70, o 60) de forma sostenida durante mucho tiempo. De nada nos sirve ir con el molinillo durante un rato y después atrancados, porque de esa forma estaremos dándole mensajes contradictorios a los músculos, y minándoles las fuerzas desde dos trincheras diferentes. Mala idea lo mires por donde lo mires.
Mañana te seguimos contando los trucos que faltan hasta alcanzar el decálogo. Eso sí, no esperes milagros, ¿eh?, si aplicas estos sencillos consejos no te convertirás de la noche a la mañana en un Alberto Contador. Aunque con que consigas optimizar tu rendimiento en subida os conformamos…