Diez consejos para que consigas superar un puerto…con dignidad (II)

Hoy acabamos el decálogo que iniciamos el otro día sobre los trucos que puedes tener en cuenta para conseguir superar un puerto de la manera más práctica (y digna) posible. Recuerda, no hablamos de milagros, sino de pequeños trucos que, junto al trabajo diario, te permitirán obtener mejores resultados en las cuestas. Eso sí, si no eres escalador lo más que podrás alcanzar será una defensa digna de tus puestos…O eso, o te conformas con subir el puerto a una buena velocidad de crucero, disfrutando de los paisajes y la belleza de este deporte. Nosotros, por nuestra parte, te apoyamos en ambas opciones.

1. Entrena la resistencia aeróbica. Al final si vamos a subir un puerto de cierta longitud lo más importante que tenemos que trabajar será la resistencia aeróbica, dado que hablamos de grandes cargas de trabajo durante períodos de tiempo bastante largos. Para mejorar esta cadencia ya sabes lo que toca: trabajo, trabajo y trabajo de base. Es decir, muchos kilómetros a ritmo sostenido, relativamente bajo, pulsaciones también bajas y con un desarrollo asequible. En otras palabras, esas cosas que tan poco te gusta hacer en pretemporada, pero que, te lo prometemos, tanto se notan después. Si tienes una buena resistencia aeróbica podrás poner un ritmo fuerte, con buena cadencia, al principio de un puerto y mantenerlo durante mucho tiempo, destrozando a otros ciclistas que en principio parecían mejor preparados que tú…

1. Intenta no superar tu umbral anaeróbico. Pues eso, pocas explicaciones necesitamos. Si pasas de revoluciones el motor tienes que tener cuidado porque perderá potencia e incluso puede acabar fastidiándose. Es mejor subir durante mucho tiempo a una cierta velocidad que durante un rato breve por encima de nuestras posibilidades, porque después lo vamos a pagar quedándonos clavados.

1. Mide tu hidratación y avituallamiento. El mejor momento par meter energía en el cuerpo es en los kilómetros previos a la subida, ya que en ella vas a consumir mucha glucosa. Por ello no tienes que esperar a sentir el desfallecimiento para comer algo, sino que tienes que anticiparte. Además, si tienes que masticar en plena subida quizás te encuentres con problemas para hacerlo, dado que irás bastante más asfixiado en pulsaciones. La hidratación, por su parte, se tiene que realizar de forma regular durante todo el ejercicio.

1. Cuida la cabeza. Todo lo que hagas en la subida tiene que tener una razón, y llegar después de una reflexión. La cabeza es mucho más importante de lo que crees, seguramente en ocasiones más que las piernas.

1. Alterna la posición sobre la bicicleta. En pie sobre los pedales harás más fuerza y cargarás más los brazos, pero no podrás mantener esa postura durante mucho rato. Sentado, por el contrario, serán tus riñones quienes hablen de tu fuerza cuesta arriba. En otras palabras, la clave es que combines ambas opciones para así conseguir una subida equilibrada.

1. Y diviértete- Nunca dejes que la velocidad te quite la diversión. Nunca. Si no puedes subir al ritmo de los más fuertes sube al de los más débiles, y si aun así te cuesta busca el tuyo y encuéntralo. Piensa que cuanto más rato estés subiendo un puerto durante más tiempo disfrutas de los paisajes, la tranquilidad y tu bicicleta. Así que, que se fastidien los rápidos. Tú gozas más tiempo de la vida…