Si hay algo que a cualquier cicloturista le molesta sobremanera eso es el viento. Y es que nadie quiere rodar con viento: es molesto, es penoso, en ocasiones es sucio y, para qué engañarnos, puede llegar a ser muy peligroso. Cuando rodamos frente al viento pareciera que una mano nos está agarrando por el sillín para impedirnos avanzar, una mano invisible que nos hace ir por carreteras llanas a velocidades de subidas. Cuando el viento es de costado nos arriesgamos a bandazos, a fuertes golpes laterales que nos van a hacer obligarnos a estar con mil ojos, y a tener siempre la sensación de que en cualquier momento algo podría salir mal. Y no digamos ya si pedaleamos en carreteras de mucho tráfico.
Peligro, viento
Pero el viento está ahí, todos hemos salido a entrenar en días de mucho viento y todos vamos a seguir haciéndolo de vez en cuando. No siempre podemos quedarnos en casa esa tarde donde las copas de los árboles, moviéndose con fuerza, desaconsejan salir a rodar. Perder un día de entrenamiento o, sencillamente, quedarse bajo techo en las únicas horas que puedes aprovechar con tu bici son factores que nos van a empujar afuera…y ambos lo sabemos.
A veces es que nos lo buscamos
Por eso vas a encontrar tan útiles estos consejos para rodar en días de viento. Consejos que quizás no te sirvan para mejorar tus prestaciones en los abanicos, en el caso de que compitas, pero que seguro te serán de utilidad si lo que quieres es ir con más seguridad por la carretera en esos días tan complicados…y a lo mejor sacar una media más alta de lo que podrías pensar.
- Intenta llevar un desarrollo suave. Cuando el viento sea de cara llevar más desarrollo suele ser una mala idea. La razón es muy sencilla, y es que cuando te venga una ráfaga con la suficiente fuerza te encontrarás clavado en mitad de la carretera y no podrás avanzar, sometiendo a tus músculos a una enorme presión. Aplica esta máxima a un pelotón en el cual se va avanzando a relevos y te darás cuenta que en el momento en que quedes de cara al aire tu velocidad se verá detenida casi por completo y no podrás hacer frente al ritmo del resto de cicloturistas. Para evitar esta situación lo mejor es que confíes en desarrollos pequeños, siempre que puedas con plato pequeño. Intentar ir con mucha cadencia de pedalada es una buena forma de no quedarse clavado en ningún momento. Asimismo, cuando vayas a dar un relevo y quedar de cara al aire deberías intentar subir un par de coronas en el piñón, para no sufrir ese golpe en el muro que antes hemos descrito. Piensa además que de esta forma consigues un ahorro muscular de gran calidad, al no exigirte por encima de tus posibilidades. Prueba a hacerlo y podrás comprobar que esta es la mejor forma de enfrentarte al viento.
Mañana te contamos más trucos para enfrentarte al cicloturismo en días de mucho viento.