En nuestro país conviven actualmente cerca de 12 millones de personas afectadas por alguna enfermedad alérgica y, de hecho, en torno al 20% de la población padece alergia al polen, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Desde Cinfa, la asesora médica Aurora Garre explica que «la alergia es una reacción desmesurada del organismo frente a sustancias que en la mayoría de las personas resultan inofensivas. Estas sustancias consideradas extrañas por el organismo del enfermo son lo que conocemos como alérgenos. Los alérgenos, en minúsculas cantidades, al llegar a los diversos órganos de nuestro cuerpo, pueden desencadenar una serie de reacciones propias de los procesos alérgicos». Estos molestos síntomas son de sobra conocidos: picor e irritación en los ojos y la garganta, estornudos, nariz que gotea e incluso tos y dificultad para respirar.
La predisposición o riesgo a sufrir una alergia viene determinada por los antecedentes familiares y por algunos factores ambientales, como cambios en la dieta y la nutrición, o infecciones durante los primeros años de vida. Esta experta explica que «la alergia puede tener un componente hereditario, lo que significa que un niño cuyos padres son alérgicos probablemente desarrolle algún tipo de sensibilización, aunque no precisamente al mismo alérgeno que afecta a los padres».
En España, la alergia al polen es la más frecuente y está causada principalmente por el polen de las plantas, los árboles y el césped. La doctora Garre recuerda que «la mayoría de los alérgicos lo son a varios tipos de polen, por lo que esta alergia no es únicamente estacional y puede prolongarse desde febrero hasta los meses de verano». No obstante, sí que es cierto que debido al proceso de polinización de las plantas hay más cantidad de polen en el ambiente durante la primavera y otoño, por lo que la estación actual resulta especialmente complicada para las personas alérgicas. «En concreto, la primavera este año va a suponer una situación de riesgo alto, —avisa la asesora médica— ya que se prevé una cantidad elevada de polen debido a las lluvias registradas entre octubre y marzo el año pasado. Por tanto, pueden aumentar los síntomas característicos de la alergia».
¿Cómo luchar contra la alergia?
«La alergia no tiene cura —confirma Aurora Garre—, pero los síntomas pueden controlarse con la ayuda de un tratamiento médico. Además, la estrategia más eficaz es evitar en la medida de lo posible todo aquello que nos produzca alergia, en este caso, los pólenes alergénicos». En consecuencia, la reacción alérgica se puede sobrellevar mucho mejor cuando se ponen en marcha algunas medidas higiénicas para evitar ese contacto.
Decálogo para minimizar los síntomas
1.Permanecer el máximo tiempo posible dentro de casa durante los días de mayor concentración de polen y, sobre todo, en los días de viento.
2.No abrir las ventanas de casa entre las 5.00 y las 10.00 de la mañana y las 19.00 y 22.00 de la noche, así como disminuir las actividades al aire libre durante esas horas, porque es cuando los niveles de polen están más elevados.
3.En los desplazamientos en coche, mantener las ventanillas cerradas.
4.Colocar filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado, tanto en casa como en el coche, y no olvidar cambiarlos con frecuencia.
5.Cuando se salga a la calle, llevar gafas de sol para que el polen no pueda entrar en contacto con los ojos.
6.Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa. No tender la ropa en el exterior, ya que los granos de polen pueden quedarse atrapados en las prendas.
7.Evitar actividades que puedan remover partículas de polen, como cortar el césped o barrer la terraza, etc. En caso de alergia al polen de gramíneas, no es recomendable tumbarse sobre el césped.
8.Si se tiene jardín, evitar tener plantas que polinicen por el aire.
9.No dormir cerca de fuentes de pólenes alergénicos, como árboles o plantas.
10.Si se toman medicamentos específicos para las alergias, como antihistamínicos, es importante tomar los recetados por el médico, de forma regular y en la dosis recomendada. Nunca mezclarlos con alcohol.
Fuente : ABC