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En estas fechas en que muchos estudiantes deben definir no solo su rumbo profesional, sino además dónde transitar su proceso de formación, nos reunimos con el decano de la Facultad de Arquitectura de Universidad ORT Uruguay, Arq. Gastón Boero, para conocer de primera mano cuáles son las fortalezas que hacen la diferencia a la hora de escoger esta facultad para cursar las carreras de Arquitectura y Licenciatura en Diseño de Interiores.
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Cada vez más -y no solo en el área del diseño y la construcción- se requiere de profesionales con perspectiva global, eficientes, resolutivos y creativos. La incorporación de estas habilidades y capacidades tiene que ver con nuestra potencialidad individual pero también con las herramientas que adquirimos durante el proceso de formación profesional. Las oportunidades que un centro de estudio pone a disposición del estudiante son la base de la preparación de buenos profesionales en la disciplina que sea. La explicación hay que buscarla en cómo está organizado el plan de estudio, la infraestructura, el cuerpo académico, las facilidades tecnológicas y el abordaje multidisciplinario de las asignaturas. Porque resulta que desde un tiempo atrás en adelante los problemas sociales ya no están ubicados en el centro de aquellos recortes epistemológicos tradicionales como la arquitectura, la medicina, la abogacía, la agricultura; sino que se encuentran en las fronteras y esto exige profesionales capaces de dialogar en múltiples campos sin miedo alguno a arriesgar.
Como estudiantes no es un tema menor decidir dónde realizar la formación de grado, ya que la calidad de este pasaje determinará fuertemente las habilidades de esos futuros profesionales que deberán estar lo suficientemente preparados para vincularse con la lógica del mercado local, pero también abiertos al contexto internacional. Profundizar en el plan de estudio de la facultad, sus filosofías y sus dinámicas, las instancias de interacción entre los chicos y los académicos, desde el día que llegan por primera vez a clases hasta el que egresan con su título en mano, es una instancia necesaria y requerida para ser conscientes de qué estamos eligiendo y porqué. En diálogo con el Arq. Gastón Boero, repasamos diez fortalezas de la Facultad de Arquitectura de Universidad ORT, claves para aquellos jóvenes indecisos prontos a definir su futuro profesional.
#1 Cinco años de cursado efectivo
En la mayoría de los países del mundo, los arquitectos se reciben antes de los 25 años. Esto es fundamental para que el recién recibido pueda tomar el pulso del mercado laboral, sumar experiencias al currículum y definir de forma consciente a qué se quiere dedicar dentro del amplio abanico de posibilidades que presenta la Arquitectura. Muchas veces lo que al estudiante le atrae durante el proceso formativo, no siempre condice con los descubrimientos que surgen luego en las prácticas laborales, por lo que es fundamental que pueda realizar esa evaluación en una etapa fértil con tiempo suficiente para las especializaciones ante un campo de conocimiento que cambia aceleradamente. Cuanto más joven, más potencialidad de innovar y aceptar desafíos, menos anclas y temores tenemos. Realizar un posgrado antes de los 30 años es ampliamente favorable para el desarrollo tanto profesional como personal, ya que en esas instancias se generan vínculos con otros profesionales e instituciones que potencian definitivamente las oportunidades del futuro. La década de los 20 es el momento clave para desarrollar vínculos y salir a conocer el mundo.
#2 Visitas de obra desde el primer semestre
Vincular la teoría con la práctica es una estrategia más que necesaria para obtener un mejor aprendizaje en una profesión con perfil hacia el ejercicio liberal. Además, permitir que el estudiante aterrice los conceptos teóricos en la práctica de los distintos procesos que llevan a la definición de un objeto arquitectónico, favorece su seguridad no solo al momento de diseñar y potenciar la creatividad y la innovación, sino también cuando llegue la instancia de gerenciar y dirigir una obra.
Las visitas de obra forman parte del currículo desde el primer al último día. Es una metodología que acompaña al estudiante durante toda la carrera junto con las prácticas en obra, donde son ellos quienes hacen. En nuestro país, el trabajo en obra es crítico: si bien cada vez más se pretende anticiparse a los problemas, los imprevistos surgen en la dirección de obra. Por lo que esa unión entre teoría y práctica es clave a medida que avanzan los conocimientos del estudiante para sentirse constantemente actualizado y ganar confianza en su toma de decisiones. De este modo, el estudiante tiene mucho más control sobre lo que diseña, sabe si ese proyecto se puede llevar a cabo en nuestro mercado o si se requieren inversiones en innovación. A su vez, la carrera cuenta con un programa de pasantías en empresas y estudios que mantienen un feedback permanente con la universidad, haciéndose énfasis en las fortalezas y debilidades de los pasantes para identificar posibles actualizaciones, no solo interviniendo el currículo de las materias para reforzar ciertos temas, sino también incorporando nuevas asignaturas. Todas estas instancias prácticas son permanentemente fomentadas por la universidad para que el estudiante aprenda a controlar tres variables claves en su formación: costo, tiempo y calidad de una obra.
#3 Prácticas de obra que colaboran con ONGs
Hay una particularidad muy atractiva dentro del programa de prácticas de obra en ORT y es el nexo con distintos sectores del mercado que requieren servicios de construcción y por algún motivo no pueden abonarlos. Junto a los estudiantes de arquitectura se ha trabajado, por ejemplo, en el barrio Tres Ombúes haciendo el equipamiento de la plaza y refaccionando la policlínica. También con algunos clubes barriales y con la ONG La Muralla para adaptar un local industrial. La esencia de estas prácticas de extensión tiene que ver con mostrarles a los jóvenes otras realidades y necesidades a las que puede enfrentarse un profesional de la arquitectura. Hay ejemplos concretos de graduados que con sus emprendimientos han optado por abocarse a proyectos más sustentables como Singular Housing con sus casas prefabricadas en el interior del país, o La Casa Uruguaya que ofrece viviendas en madera pero con aplicación de tecnología de última generación.
Este cruce de realidades también pretende fomentar el espíritu emprendedor de los estudiantes, brindarles herramientas para desarrollar su creatividad e incentivar mentes abiertas. La gran mayoría de las veces, las carreras nos preparan para ser un buen empleado, pero no para ser directores de nuestro proyecto independiente. Por eso, es tan importante que el joven tenga la oportunidad de desarrollar su espíritu emprendedor con asignaturas y prácticas que no necesariamente se vinculan al área del diseño y la construcción (gerenciamiento, administración, marketing, etc.).
#4 Horarios compactos para capitalizar el tiempo
Las clases se imparten en un único turno, lo que posibilita al estudiante contar con el resto del día para dedicarse a estudiar, trabajar, pasar tiempo con amigos o dedicarse a un deporte. Desde el momento que inicia el año curricular, está a disposición el calendario de actividades y fechas de evaluación para que el estudiante pueda planificar el desarrollo de sus aprendizajes y cumplir con la meta de recibirse. Esta organización lo prepara para adquirir hábitos de trabajo que luego le serán profundamente indispensables en su desempeño profesional: saber comprometerse con las metas y los plazos, administrar bien los tiempos (estudio, trabajo y ocio), sintetizar y razonar, son algunas de las aptitudes que el estudiante va desarrollando a lo largo de todo el proceso académico. Estas habilidades no son inherentes a la carrera de Arquitectura, sino que aplican a la formación de todo profesional: no cumplir con los plazos te deja afuera del mercado local y del mundo. Aunque específicamente en el rubro que nos compete, la administración y la valoración del tiempo exige una revisión urgente.
#5 Grupos reducidos con compañeros permanentes
El vínculo que el docente establece con el estudiante y la relación que se construye entre estudiantes cuando los grupos son reducidos resultan ciertamente favorables. Aquí aparece la importancia de disfrutar el camino del aprendizaje con amigos (el homo sapiens y el homo ludens en un equilibrio necesario), pero también de incorporar las bases del trabajo en equipo. En su desempeño profesional, el arquitecto es un eslabón que puede y debe interactuar con colegas, colaboradores y profesionales de otras disciplinas, por lo que saber trabajar en equipo desde los inicios de su formación le brindará la confianza suficiente para desenvolverse con eficiencia.
#6 Alto nivel de tecnología en equipamientos
Es importante que desde su formación, el estudiante comience a familiarizarse con las nuevas tecnologías de diseño y construcción que a posteriori optimizarán y facilitarán su desempeño laboral. Hoy, existe una tecnología que viene a cambiar las reglas del juego para hacerlas más eficientes y productivas: el BIM (Building Information Modeling) es una metodología de trabajo que permite maximizar los plazos, los costos y la rentabilidad de todos los actores que intervienen en la industria de la construcción. No se trata de un nuevo software que viene a sustituir al anterior (el conocido Autocad, utilizado por tantas generaciones de arquitectos), sino que el BIM propone un modelo de construcción digital antes de que el proyecto sea materializado. Ese modelo será el repositorio de toda la información que contemple el proyecto sobre las distintas áreas que lo integran (gerenciamiento, mantenimiento, obra, etc.), a medida que se incorporan los cambios que van surgiendo naturalmente durante el proceso. Con esto se logra construir el objeto antes de que se haga realidad, acortando plazos y ahorrando dinero, optimizando la energía y logrando una mayor eficiencia en la rentabilidad.
Archsourcing, Uruguay
A partir de la admisión de BIM comienzan a visualizarse las aplicaciones de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el big data, el machine learning y la impresión 3D, a los campos del diseño y la construcción. Es interesante cómo a partir del desarrollo de esta metodología se puede empezar a pensar en la fusión de disciplinas como lo hace el diseño generativo, que mezcla el diseño paramétrico con la inteligencia artificial. Además, cómo se puede ir incorporando a la construcción la automatización, una de las tecnologías emergentes con más desarrollo en los últimos años, en particular vinculada a la construcción digital y la utilización de robots. Recientemente, se publicó una alianza entre el estudio Foster + Partners y la firma Boston Dynamics para incorporar robots en las obras y contrastar en tiempo real la información que recogen con el modelo BIM. Este es el ejemplo cabal de cómo una disciplina tradicional se vuelve más sofisticada e interactiva con otros rubros que incluyen desde la ingeniería hasta la medicina, particularmente en este contexto de pandemia.
Lo cierto es que Uruguay recién está entrando en el mundo de las tecnologías BIM; lejos de estar en sintonía con el mundo, nos encontramos atrasados con respecto a nuestros países vecinos como Chile y Brasil, siendo esta una necesidad urgente de la actualidad y la base para entender los desarrollos del mañana. Los formadores de arquitectos deben acompañar esta realidad y por ello es fundamental que los estudiantes aprendan y se familiaricen con BIM desde el comienzo de la carrera. Otra de las ventanas que ofrece ORT al joven en materia de avance tecnológico es lo que llaman “hardware”, que incluye la disposición de distintas máquinas como impresoras 3D, cortadoras láser y ploters. También, la universidad se encuentra realizando inversiones en tecnologías que facilitan la enseñanza remota. La adquisición de las licencias de Panopto permite dar clases mientras se graban y se comparten en una plataforma, para que -como si fuera una biblioteca virtual- el estudiante pueda buscar información sobre un determinado tema y tenga acceso detallado a los videos vinculados con la temática y el momento exacto en el que fue nombrada la palabra clave.
#7 Intercambios estudiantiles en universidades del mundo
Los intercambios estudiantiles son una tendencia mundial y la Universidad ORT tiene convenios con casi un centenar de universidades de América, Europa y Asia para realizar experiencias que van de los seis meses al año. Esto habilita a que el estudiante se postule para cursar un set de materias en una universidad de otro país sin abonar la matrícula. Se trata de una beca al 100 % porque durante su estadía en el exterior, no se abona la mensualidad en ninguna de las dos universidades. El esfuerzo económico asumido en este caso por ORT tiene que ver con entender que esta es una instancia fundamental y enriquecedora para la formación de sus estudiantes. Lo importante de estas experiencias es que le permiten al joven insertarse en una comunidad académica culturalmente diferente, con profesores de primera línea y arquitectos del jet set, entender cómo razona la arquitectura en otras sociedades, poder contrastar sus propios conocimientos con los de sus pares, y a nivel personal, crear una red de contactos invaluable. Existe un acuerdo particular con la University Applied Sciences con sede en Berlín, que permite que los estudiantes de ORT con título intermedio de Asistente de Obra y Estudio (emitido a los tres años de la carrera), puedan ingresar al primer semestre del máster en Arquitectura en Alemania y completar sus dos años de estudio, para luego regresar a Uruguay con un diploma de posgrado y retomar su formación de grado.
¿Cómo califican los estudiantes para un intercambio? Existen algunas condiciones académicas como calificaciones mínimas y avance en la carrera, y otras que están supeditadas al lugar de destino (por ejemplo, una universidad de Estados Unidos exige cierto nivel de inglés). Los cupos son generosos y frente a tanta oferta no suele haber sobredemanda. Si bien durante la pandemia esta política debió ponerse en pausa, se espera que los intercambios se retomen prontamente.
#8 Dos carreras complementarias: Arquitectura y Licenciatura en Diseño de Interiores
La Facultad de Arquitectura de Universidad ORT cuenta con dos carreras, Licenciatura en Diseño de Interiores (4 años) y Arquitectura (5 años), cuyos planes de estudio se complementan entre sí. Crecientemente, muchos estudiantes no saben si elegir un camino u otro, por lo que en ambos currículos hay materias revalidables que eventualmente permiten la doble titulación en un plazo de tiempo menor. Para inscribirse en la carrera de Arquitectura es requisito que el estudiante haya egresado de un bachillerato científico o artístico con componente de matemáticas, mientras que para anotarse en la licenciatura no hay exigencias respecto al camino recorrido los últimos años de secundario.
#9 Inserción laboral en reconocidos estudios de arquitectura
Las redes de conexión entre el centro universitario y el mundo organizacional es sin dudas uno de los diferenciales a la hora de elegir en qué centro cursar una carrera. La importancia de formarse con una educación adaptada a las necesidades del mercado actuales y futuras, comienza a cobrar fuerza en la etapa final y posterior de la carrera, cuando los jóvenes salen en busca de esas primeras experiencias que en gran sentido acabarán determinando su rumbo profesional.
#10 Tasa de empleo del 90 %
El profesional de la Arquitectura egresado de ORT es gratamente valorado en un mercado laboral que exige ciertos conocimientos, habilidades y destrezas. La formación de un arquitecto con un fuerte back teórico práctico, conocedor del mercado local a través de pasantías, conocedor del mercado exterior a través de intercambios, desarrollado en emprendedurismo, marketing y gerenciamiento, y hábil conocedor de las nuevas tecnologías, se refleja en una tasa de inserción laboral particularmente alta, con un 90 % de ocupación en los meses posteriores a la graduación. Sobran los casos de éxito por arquitectos nacidos de ORT, no solo con fuerte impacto local sino también con proyección internacional: Archsourcing, una empresa especializada en optimizar el proceso de diseño de edificios a gran escala a través de la metodología BIM; Timb, un estudio fundado por cuatro egresados con fuerte impacto en el mercado norteamericano; Dovat Arquitectos que de la mano de Carolina Dovat que trabaja abiertamente para el mundo; Wayna, dedicada a prestar servicios de construcción; y otro enorme espectro de profesionales que han decidido ir más allá del formato tradicional de diseño y construcción, para apostar al gerenciamiento de obra, el desarrollo inmobiliario, e incluso a otras áreas de conocimiento como el paisajismo, la fotografía, la robótica, entre otras.
Las clases en la Facultad de Arquitectura de Universidad ORT comienzan el próximo 16 de marzo en formato híbrido; se dictarán clases presenciales para quienes deseen ir a la facultad y también estará la posibilidad de seguir el curso de forma remota. Por más información acerca de inscripciones, dinámicas y plan de estudio comunicarse con Facultad de Arquitectura ORT.
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