Julio Cortázar (nacido en Bruselas el 26 de agosto de 1914 y murió en París en 1984), es uno de los más grandes escritores argentinos del siglo pasado que nos dejó un legado literario incalculable. Retrató la sociedad y la crueldad de una Latinoamérica subyacente a las consecuencias políticas, tanto en la mencionada Cuba, como en Chile y Argentina. En 1974 recibió el Premio Médicis Étranger que se concede a los escritores “cuya fama es inferior a su talento”. Cortázar siempre utilizó la vida, además del tiempo y el amor, como referencia a la humanidad y la conciencia de las cosas. Es más, siempre tuvo en cuenta el valor de la persona por sí misma y no por su ideología. Cortázar fue un activista de izquierdas y Borges, un individualista antitotalitarista. “Yo me sentí muy orgulloso de haber sido el primero que publicó un texto de Julio Cortázar”, recordaba Jorge Luis Borges quien escribió algunos de los mejores cuentos de la historia universal de la literatura.
Conocí personalmente a Cortázar un verano en una cala mallorquina. El escritor pasó algunas temporadas en la isla de la mano de sus grandes amigos Claribel Alegría y su esposo Darwin ‘Bud’ Flakoll. Tenían casa en Deià (donde también vivió durante muchos años y está enterrado Robert Graves) y, en su primera visita, Julio llegaría acompañado por su primera esposa, Aurora Bernárdez. El argentino protagonizó una fuerte discusión con un fotógrafo que robó una foto de su compañera, Carol Dunlop, tomando el sol en topless. En la finca de Son Marroig, en la costa de la Serra de Tramuntana de Mallorca, tiene su origen el relato corto titulado ‘El rayo verde’. Su última visita a la isla se produjo en 1979.
Recordamos para acabar, una decena de frases que dibujan el verdadero, humilde y humano mundo de Cortázar, un escritor único en su estilo:
“Considero, sin dudar, a las mujeres el ser más bello, pues poseen la rebeldía… y eso es a lo que todo ser humano debe aspirar”.
“Es difícil ser músico de hombres”.
“La cultura es el ejercicio profundo de la identidad”.
“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma”.
“Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose”.
“¡Música! Melancólico alimento para los que vivimos de amor”.
“Me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado”.
“Nada, realmente nada, pero sucede que nada más nada no da nada sino que a veces da un poquito de algo”.
“Todo hay que volver a inventarlo, el amor no tiene por qué ser una excepción”.
“Lo que llamamos absurdo es nuestra ignorancia”.