Revista Opinión

Diez libros imprescindibles

Publicado el 28 noviembre 2014 por Alba Chaparro @Alba_Chaparro

Aprovechando que hoy es el #DiaDeLasLibrerías, os dejo una lista de diez libros que considero de lectura imprescindible. De paso os animo, a los que vivís en Madrid, a que os adentréis en el maravilloso mundo de las "librerías de viejo", ésas a las que puedes vender tus libros viejos y/o comprarlos de segunda mano a un precio realmente asequible. Mi favorita es, sin duda, Ábaco, situada al lado de la glorieta de Cuatro Caminos (C/ Raimundo Fernández Villaverde, 27). Os dejo el enlace a Todolibroantiguo.es, una página en la que podréis encontrar mucha información sobre libros usados y un directorio con varias librerías anticuarias.

- Rayuela, Julio Cortázar. Cualquier intento de descripción sobre este libro se queda corto. Una novela transgresora y metafísica donde la genialidad de Cortázar consigue hacer que ames las divagaciones por encima de la propia historia. Brutal, excelsa, sublime, colosal... cualquier adjetivo resulta irrisorio con esta obra maestra. Parafraseando a Cortázar solo queda decir que " el genio es elegirse genial y acertar ".

- Historias de cronopios y de famas, Julio Cortázar. Este libro es ideal para adentrarse en el mundo de Cortázar. Una compilación de pequeñas narraciones sobre seres inventados y contrapuestos entre sí (los cronopios pura pasión instintiva, los famas mucho más cuadriculados y rectos) que transporta al lector a un mundo nuevo donde los delirios del ser humano son los protagonistas.

- Artículos de costumbres, Mariano José de Larra. La sencillez y mordacidad de su lenguaje, la acidez de su crítica y la integridad de su mensaje hacen que la antología de los artículos periodísticos del Pobrecito Hablador ( Fígaro, para los amigos) se convierta en lectura obligatoria, ya que constituye una fiel estampa de los vicios y carencias de la burguesía española decimonónica.

- La Regenta, Leopoldo Alas Clarín. Durante el siglo XIX, el romanticismo abrió paso a su contracorriente literaria: el realismo, que a su vez alumbró el bovarismo, un movimiento realista que describía las insatisfacciones y anhelos generalmente frustradas a causa del orden social establecido. Si el bovarismo nació con Madame Bovary, de Flaubert (1856), La Regenta de Clarín (1885) es, con mucha seguridad, su máximo exponente. La meticulosidad de sus descripciones y la caracterización de sus personajes la convierten en, según vaticinó el propio autor, una obra maestra.

- El fin del mundo, Haruki Murakami. Novela del escritor japonés contemporáneo más en boga a nivel internacional, El fin del mundo es una historia fascinante en la que se percibe por completo el estilo de Murakami: existencias contrapuestas entre lo real y lo onírico, realidades surrealistas frente mundos ficticios anodinos, donde los personajes no cejan en su introspección personal a través de las luces y sombras que contiene todo individuo, o no.

- La insoportable levedad del ser, Milan Kundera. Una forma diferente de entender las querencias, las relaciones y la monogamia occidental. Ambientada en torno a la Revolución de Terciopelo, la novela relata una historia de amor para adentrarse en las pasiones más recónditas de sus protagonistas, enfrentando la dualidad de alma y cuerpo como núcleo central del texto.

- El proceso, Franz Kafka. Son muchos los fantasmas que rodean la historia de Kafka, su enigmática personalidad y su particular estilo literario. Genialmente angustioso para unos y angustiosamente pueril para otros. Cada vez que alguien habla de La Metamorfosis me apresuro a recomendar El Proceso: es la obra que mejor penetra en el concepto "kafkiano", que mejor define la ansiedad ruinosa que provoca la resiliencia ausente, el lacerante abandono y el despiadado olvido.

- La madre, Máximo Gorki. Si el realismo ruso de principios del siglo XX fue impulsor de la Revolución de Octubre, La Madre es uno de sus mayores exponentes. Con un lenguaje sencillo y directo a la hora de describir la miseria de la clase obrera, Gorki nos traslada las pinceladas de un socialismo (utópico todavía) que removía las conciencias buscando la dignidad humana, una mezcla de conformidad marchita y esperanzas quiméricas, todo ello visto a través de los ojos de una madre cariñosa y ajena que no entiende más allá del amor que profesa por su hijo.

- Lolita, Vladimir Nabokov. Otra novela rusa, ésta de mediados del siglo XX. Nabokov reúne magistralmente en un texto romántico-erótico los tormentos de un pederasta, sus contradicciones y anhelos, dejando hueco a la reflexión moral sobre las actitudes psicopatológicas del protagonista y la procacidad de Lolita. Considerada una novela pornográfica tras su primera edición, Lolita ha llegado a convertirse en todo un clásico de la literatura contemporánea.

- Ensayo sobre la ceguera, José de Saramago. ¿Hacia qué tipo de sociedad nos conducirían los instintos en una situación apocalíptica de desgobierno y emergencia? Brillante obra psicológica que nos transporta a la reflexión profunda sobre la génesis de nuestra especie y las perversiones de nuestra cultura social.

"Antes de ti no había color en las novelas".


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