Fotografías de Maje M.S.
Tras una amigable rueda de prensa, de la que ya os hemos hablado, tuvimos la oportunidad de charla con este veterano actor que en todo momento se mostró educado, simpático y cercano. Sin duda todo un caballero, aunque esto es algo que ya sabíamos de antemano.
El restaurado Teatro Zorrilla, dirigido por Enrique Cornejo, con sus características butacas rojas y sus paredes azules fue sin duda el escenario perfecto para esta entrevista.
Doc Pastor: Empezó usted en el boxeo ¿no?
Arturo Fernández: Son circunstancias. Yo pertenezco a una generación perdida, donde no sabíamos en realidad a que dedicarnos, éramos los hijos de la guerra y la postguerra, y entonces bueno... era fácil para mí y es que yo no quería estudiar o ser futbolista, lo que se me dio bien era el boxeo.
Doc Pastor: ¿Y cómo de esta profesión pasó a la de ser actor?
Arturo Fernández: Fue el destino, es algo complicado, el problema es encontrarlo. Si me lo hubieran dicho, el que iba a ser actor, pues me hubiera caído al suelo de risa. No hay una explicación, es darte cuenta y decir “Ah, he nacido para esto”.
Arturo Fernández: Realmente no es más que un primer actor con un físico agradable, y luego saber decir aquellas frases de amor que ha escrito un autor y es eso. Pero para parecer galán no se necesita ser un hombre terriblemente atractivo, por ejemplo está Humphrey Bogart que vino a sustituir a otros que eran más atractivos y guapos. Son modas y momentos.
Doc Pastor: ¿Y hay algo de cierto o es todo parte de su personaje teatral?
Arturo Fernández: Es algo que te da el público, ellos dicen “Pues es un galán y ese es un delincuente” y tiene que serlo, naces con un sello.
Doc Pastor: Entonces son los espectadores los que deciden.
Arturo Fernández: Exacto. Tu trayectoria, tu forma, tu comportamiento ante la vida... es el público.
Doc Pastor: ¿Y ha pensado en algún momento jubilarse?
Arturo Fernández: No, no, yo creo que los buenos actores nunca nos retiramos, es el público y tú tienes que tener la suficiente sensibilidad para saber cuando ya no interesas... y por ahora, me da la sensación, de que estoy empezando.
Doc Pastor: Decir eso con su larga carrera es mucho.
Arturo Fernández: Bueno, pero siempre es así. En realidad es una profesión en la que aprendes, pero es durísima y te tiene que gustar por encima de todo o se te hace insoportable. Requiere mucho sacrificio y soledad.
La gente piensa que los actores somos exactamente igual que lo que ellos ven, que el personaje, y no es así. Coge cualquier biografía y lo comprobarás, no conozco a ninguno que haya sido completamente feliz.
Doc Pastor: ¿Y qué ha tenido que sacrificar usted?
Arturo Fernández: Mis hijos, para empezar, los he visto poco, ahora más pero cuando eran pequeños yo llegaba y estaban dormidos, cuando se iban al colegio pues estaban en el colegio... es lo que te he dicho, dejas muchas cosas. La vida de un actor no es fácil, hay que soportarlo.
Doc Pastor: ¿Pero compensan los éxitos?
Arturo Fernández: Sí, por que es una profesión que te gusta, te tiene que gustar muchísimo. O eres una estrella o eres un jornalero.
Doc Pastor: A usted le ha tocado ser estrella.
Arturo Fernández: Sí, mientras sea posible. También cuando tienes tu propia compañía conlleva mucha responsabilidad, el poner encima de un escenario una comedia es algo de muchísimos nervios, de acertar o equivocarte, los fracasos duelen.
Doc Pastor: ¿Y cuál es el secreto de su energía?
Arturo Fernández: Pues el secreto... yo creo que deben de ser los focos, los que iluminan el escenario, deben tener vitaminas... digo yo.
No lo entiendes, existen momentos en que he podido tener fiebre, lumbago pero en cuanto se levanta el telón me desaparece todo, no lo sientes. Pero cuando baja me vuelve, alguna compensación tiene que tener.
Doc Pastor: Teatro, cine, televisión... ¿Qué le queda por hacer?
Arturo Fernández: Pues plantar un árbol, pero soy muy vago para coger la pala y el pico.
He hecho en esta vida aquello que verdaderamente, de forma laboral, lo que he querido y me ha dado mayor satisfacción que han sido muchísimas cosas. Estoy terriblemente agradecido, me he portado muy bien con mi profesión y ella conmigo. Igual que la vida.
Doc Pastor: ¿Y quién es el personaje que le queda por interpretar?
Arturo Fernández: No lo sé, yo soy un actor de comedia, me encanta la estética, el glamour y la elegancia, entonces... soy capaz de hacer cualquier personaje, menos el de Quasimodo y por lo tanto no ambiciono hacerle, soy fiel a mis personajes y a la gratitud del público que tiene a bien venir a verme, no querría otra cosa por no decepcionarles.
Doc Pastor: ¿Cuál es su mejor recuerdo?
Arturo Fernández: Todos, tal vez mi principio, la ambición de poder llegar, posiblemente eso te marca mucho. Cuando ya lo tienes debes mantenerlo, llegar puede ser fácil pero tu trabajo es seguir. Creo que no tengo una época.
Doc Pastor: ¿Y de todos los compañeros que ha tenido?
Arturo Fernández: Aquellos que verdaderamente me han ayudado, por ejemplo Rafael Rivelles que fue uno de los mejores actores que ha tenido España. Aprendí muchísimo de él y él me enseñó, también estaba Conchita Montes o Antonio Vico... y luego he trabajado con personas que me han dado muchas satisfacciones.
Los últimos, Sonia Castelo y Carlos Manuel Díaz, ha sido algo muy entrañable trabajar con ellos. Primero por profesión, son magníficos actores, y segundo como personas.
Doc Pastor: Quizá esta pregunta se salga de lo normal pero ¿Quién sería un buen actor para hacer de usted?
Arturo Fernández: No lo sé, sigo muy poco a la juventud por que trabajan poco el teatro y para mí el auténtico actor es precisamente ese, al que está en televisión o en el cine no le doy ninguna importancia. Desde que vi “El cerdito valiente” para mí no existe una interpretación más magnífica que esa, con lo que ya no creo mucho en las tablas del cine, y en la televisión exactamente igual; pero ponle encima del escenario y verás lo que te hace.
Doc Pastor: Muchas gracias por su tiempo.
Arturo Fernández: Gracias a vosotros.