Para ello es necesario que tengamos en cuenta, entre otros, los siguientes aspectos:
- 1. Definir las características del mercado en el que vamos a trabajar: características de la ciudad/barrio en el que nos vamos a ubicar, si está en crecimiento la zona, si es de nueva creación,.. Debemos tener en cuenta que aunque nuestro mercado es local, cada vez tenemos más posibilidades de poder acceder a mercados globales, ampliando nuestras posibilidades de venta.
- 2. Definir los segmentos a quién queremos dirigirnos: empresas de tal o cuál sector, o del tal o cuál tamaño; particulares de tal edad, o con tales aficiones, etc.
- 3. Establecer qué tipo de clientes queremos conseguir, cruzando la información del mercado en el que vamos a trabajar, con la de los segmentos a los que nos queremos dirigir.
- 4. Conocer en profundidad con quién competimos, para cada tipo de cliente al que nos queremos dirigir: sus productos/servicios, los canales de venta que usa, mecanismos de comunicación que usa,… (puede que tengamos competidores sólo para un tipo de producto, competidores sólo para la venta a través de Internet,…).
- 5. Definir las necesidades que queremos cubrir a los clientes a los que nos queremos dirigir.
- 6. Concretar las características de nuestra oferta de valor de forma global: horarios de apertura, ubicación del local,…
- 7. Disponer de los productos/servicios/precios que encajen con las necesidades y deseos de nuestros clientes.
- 8. Construir o adecuar los canales de venta a utilizar con cada cliente y conocer el coste de captación de clientes por canal: venta directa, venta telefónica, a través de Internet,… Hoy en día deberíamos marcarnos el establecer una estrategia multicanal. Es decir, que contemple varios canales para poder llegar a nuestros clientes.
- 9. Marcarnos unos objetivos de captación de clientes, tanto desde el punto de vista cuantitativo, como cualitativo.
- 10. Transmitir los mensajes y realizar las actividades necesarias, de acuerdo con el plan de comunicación definido, para poder contactar con nuestros clientes.
Está claro que la hora de sentarnos a esperar a que los clientes entren, por lo menos hoy, prácticamente ha desaparecido. Ahora somos nosotros los que tenemos que salir a buscarlos y demostrarles por qué nos tienen que elegir frente a otras opciones que tienen.