- Recordar nuestra lengua.
- Hacer nuevas amistades en la misma situación.
- Aprender sobre las costumbres de otros países hispanos además del nuestro.
- Conocer mejor Glasgow a través de las experiencias de familias afines.
- Adaptarnos mas rápidamente a las costumbres y la vida en Escocia.
- Tener tres horas a la semana en las que sabemos que el niño no va a destrozar nada en casa.
- Intercambiar recetas y trucos de crianza de multitud de países y regiones.
- Mejorar nuestra lengua a través del conocimiento de otros dialectos.
- Ayudar a que los niños entiendan su condición de políglotas como algo positivo.
- Ayudar a que los niños acepten su multiculturalidad como algo normal.
¡Bienvenidos al Club Soletes!