Por José R. Oro
La Asamblea General es el órgano principal de las Naciones Unidas. En ella están representados todos los Estados miembros, cada uno con derecho al voto sobre cuestiones importantes, como son la paz y seguridad, ingreso de nuevos miembros y cuestiones presupuestarias. Estas se deciden por mayoría de dos tercios. Las demás, por mayoría simple. Luego veremos por qué menciono este detalle. Es en dicho foro mundial donde la denuncia al bloqueo de los EE.UU. contra Cuba tiene lugar anualmente.
El cruel bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba por casi seis décadas es el sistema de sanciones unilaterales más odioso, implacable y dilatado que se ha aplicado contra un país a lo largo de la historia.
Durante los últimos 12 meses, la política de bloqueo se ha recrudecido y se aplica con aun más intransigencia. El gobierno del presidente Donald Trump con la firma del “Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de EE.UU. hacia Cuba”, el 16 de junio de 2017, recrudeció el bloqueo contra la Isla.
En noviembre de del pasado año, los Departamentos de Comercio, Tesoro y Estado restringieron aún más el derecho de los estadounidenses a viajar a Cuba e impusieron impedimentos adicionales a las limitadas oportunidades del sector empresarial de los Estados Unidos en la Isla. Establecieron una lista de 179 entidades cubanas con las que las instituciones y personas naturales o jurídicas estadounidenses tienen prohibido realizar transacciones de cualquier tipo.
Este año, la delegación estadounidense hizo un mayúsculo esfuerzo por torpedear la resolución que los condenaba.
Quisieron crear el día 16 de octubre en la sala ECOSOC un show anticubano sobre derechos humanos, que fue rechazado en su misma raíz. Trataron de introducir ocho enmiendas a la Resolución contra el bloqueo, difiriendo un día su votación, para poder ejercer más presión sobre los países votantes. Incluso, lograron que se votara separadamente cada una de las ocho enmiendas, preconcibiendo que para muchos países votar ocho veces el mismo día contra los poderosos EE.UU. sería imposible. Pero cada enmienda fue rechada con amplia mayoría a favor de Cuba.
Se percibía claramente el ambiente de tensión en el amplio salón de reuniones, no se permitían tomar fotos a diferencia de la misma sesión hace un año. Los diplomáticos iban de mesa en mesa constantemente. A la mesa de Cuba donde estaban sentados nuestro canciller Bruno Rodríguez Parilla y la embajadora Anayansi Rodríguez, iban y venían los representantes de diversos países ante la ONU, a saludarlos y hablar con ellos.
Ya son 27 resoluciones las que han sido adoptadas en el marco de la Asamblea General de la ONU y vimos de nuevo el repudio del mundo entero a esta política que no solo persiste, sino que se agrava y recrudece. Todas las resoluciones denunciaron el carácter agresivo e ilegal del bloqueo. Estas condenas han ocurrido durante las administraciones de Bush padre e hijo, de Clinton, Obama y ahora Trump. La única vez que ningún país votó en contra fue en el 2016, último año de Obama, cuando los EE.UU. e Israel se abstuvieron.
¿Como transcurrió la sesión del 31 de octubre en la Asamblea General?
En esta ocasión, tuve un magnifico asiento (al que madruga, Dios le ayuda), directamente en el balcón enfrente de la Presidencia de la Asamblea General, desde donde la política y diplomática ecuatoriana María Fernanda Espinosa dirigía la sesión con sobriedad y buena organización. Después, en el segundo día se puso muy nerviosa.
Todos los asientos de invitados estaban ocupados, no cabía un alma. Había una considerable expectación entre los invitados, sobre todo después del fortísimo enfrentamiento entre los EE.UU. y Cuba, en Ecosoc, dos semanas antes. Se preguntaban los presentes si Nikki Haley (quien llegó a las 8:45 am en una camioneta negra al edificio de la Misión de los EE.UU.), haría una de sus última presentaciones antes de su partida como representante de los EE.UU., y cuan fuerte serian sus insultos contra Cuba y otros países.
Comenzó la sesión a las 10:00 am, tomaron el podio Egipto (representando al G-77+ China), Marruecos (representando a la Organización de la Unidad Africana), Venezuela (por el MNOAL), El Salvador (representando a la CELAC), Bolivia, Singapur (presentando a los países del Sudeste Asiático), Rusia, China, San Vicente y las Granadinas, Belarus, Kenya, Tanzania, Surinam, el Caricom, la OIC (Organización Internacional del Comercio), Vietnam, la RPDC, Jamaica, la India, Africa del Sur, Namibia, Mexico, Argelia, Irán, Zimbabue, Siria, Belice, Laos, Bahamas, Angola, Gabón, Costa de Marfil (por la Organización de Unidad Islámica) y el ultimo orador (quizás también el más brillante) fue el representante de Nicaragua.
En ese momento la presidenta de la Asamblea General, cerró la sesión, anunciando que continuaría al día siguiente a las 10:00am.
Muy destacadas las intervenciones de Vietnam, Mexico, Namibia, Argelia, Venezuela, Jamaica y Bielorrusia. Todas, sin excepción, condenaron al Bloqueo y propusieron adoptar la Resolución en su texto original, sin enmienda alguna.
¿Qué diferencias observé en las intervenciones de esta sesión del 2018 con respecto a años anteriores?
- Mucho más fuerte denuncia del carácter extraterritorial del bloqueo, por prácticamente todos los oradores
- El impacto regional que afecta no solo a Cuba, sino a otros países (Jamaica, Nicaragua, Mexico y El Salvador fueron muy críticos de este punto).
- El bloqueo y cualquier política de sanciones unilaterales de un país contra otro impiden el cumplimiento de la agenda de desarrollo sostenible y eliminación de la pobreza para el 2030, siendo una abierta contradicción no solo a la Carta sino a los objetivos estratégicos principales de la ONU, muy enfatizado por la mayoría de los países y organizaciones.
- En sentido general las intervenciones fueron más duras y críticas contra los EE.UU., en comparación con el pasado año, particularmente Vietnam, Rusia, Namibia, Mexico y otros países.
Segundo día: ¡Nueve aplastantes victorias!
Impresionante intervención del gran canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, fuerte denuncia del cruel bloqueo, y expreso “no hay y no habrá espacio en Cuba para la intromisión de una potencia extranjera”. Asimismo, denunció “a personajes que desde hace mucho tiempo atacan a Cuba”. Tremenda fue la ovación al finalizar.
De inmediato el ministro regresó al podio para presentar la propuesta de Cuba, y “a nombre del heroico y abnegado pueblo de Cuba” pidió votar por la Resolución que denuncia el Bloqueo. Regresaron los aplausos.
Nikki Haley informó que los EE.UU. iban a votar contra la Resolución, llamó a Israel “buena compañía” y a la Resolución “una pérdida de tiempo y que es votada para insultar a los EE.UU.” Pasó a criticar a los países que mostraron apoyo a Cuba, y pidió que votaran por las enmiendas. Fue despedida con tenues aplausos.
Las delegaciones explicaron sus votos desde las mesas, empezó Austria (por la Unión Europea). Reconoció el perjuicio del bloqueo al pueblo cubano y pidió su fin, de una forma clara. Zambia mencionó a Nelson Mandela con la palabra “Ubuntu” que quiere decir “humanidad” o “conciencia”. El Bloqueo de EE.UU. niega el concepto mismo de “Ubuntu”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba pidió la palabra y explicó su rechazo a las enmiendas, ajenas al tema tratado y un intento de diluir la universal denuncia al Bloqueo. y pidió que las votaciones, acorde con lo estipulado en la ONU, deberían tomarse con mayoría de dos tercios.
Nikki Haley volvió a atacar a Cuba y pidió una mayoría simple. No lo obtuvo.
Las enmiendas fueron votadas una por una, todo un absurdo. Solo tres países (EE.UU., Israel y Ucrania) votaron a favor de las enmiendas, que fueron aplastantemente derrotadas, una a una. Uruguay sonó falso. Dijo que las enmiendas eran incorrectas e inadecuadas, no podían apoyarlas, pero no querían votar contra lo que decían las enmiendas.
Se pasó a votar la Resolución: ¡ A favor de Cuba, 189, en contra 2, abstenciones 0!
Indonesia, Ecuador, Costa Rica, Panamá, (brillante, mencionó al presidente Varela asistiendo a la FIHAV) criticaron a los EE.UU. y al bloqueo. ¡ La Argentina de Macri se expresó bien claro contra el bloqueo! Australia también, aunque dijo entender algunas de la enmiendas, las consideró improcedentes. Perú estuvo más o menos en la misma línea, como excusándose con los EE.UU. por votar contra el bloqueo.
Las opiniones en el público eran muy claras. La destacada periodista argentina Anahi Rubin apuntó “otra aplastante derrota, increíble 189 – 2 – 0. Victoria completa de Cuba”. Un cubano residente en Nueva Inglaterra, Eulices Antón exclamó su alegría porque “Estados Unidos amenazó y orquestó trampas de todo tipo, pero perdió la votación de forma demoledora, tanto en la Resolución como en cada una de las ocho enmiendas”. Una estadounidense, Mary Ann Brennan, expresó: “estoy cansada de ver a mi país perder el prestigio ante la comunidad internacional. No hay que cambiar de embajadora, hay que cambiar de política, pasar a la sensatez y el sentido común”.
Así se expresaron muchas personas, cubanos residentes en los EE.UU., latinoamericanos y especialmente un cubano nacido en 1936 en el Cerro, que viajó desde lejos a presenciar la victoria de Cuba. “Hace 70 años que vivo en Nueva York, pero sigo siendo cubano de la cabeza a los pies. ¡Cuba sí, Bloqueo no!”, expresó.
Una gran cantidad de diplomáticos fue a la mesa de Cuba a felicitar al canciller y a la representante permanente Anayansi Rodríguez Camejo. Eran las 12:45 pm, y otra completa derrota del Bloqueo se había culminado. En esta ocasión con el máximo esfuerzo, maniobras de todo tipo, presiones a los países, en fin multitud de trucos de los EE.UU. para evitarlo.
Querían los representantes de Donald Trump evitar otra votación abrumadora contra los EE.UU., y el resultado fue ¡Nueve votaciones aplastantes contra el bloqueo y las enmiendas!