La diferencia entre las dos fotografías consiste en 272.000 euros y diez minutos. El propietario de ese magnífico McLaren 650 S, lo dejó en el estado que muestra la imagen inferior a los 10 minutos de estrenarlo. 641 caballos, de 0 a 100 en 3 segundos y una velocidad punta que, sin limitar, supera ampliamente los 300 kilómetros por hora, hacen del vehículo algo tan apetecible como peligroso para quien no está acostumbrado a manejar semejante bólido. La tranquilidad en la carretera puede venir unida al lujo y a las excelentes prestaciones de una berlina alta de gama, pero no casa bien con los deportivos imposibles que tanto gustan a nuestras estrellas del deporte rey. No sé quien es (o fue) el dueño del McLaren accidentado, pero lamento que haya disfrutado tan poco tiempo su caro capricho. Ahora a esperar que su siguiente vehículo, con toda suerte de lujos, sea de gasoil.