Revista Opinión

Diferencias de estilismo en una detención de presuntos

Publicado el 17 abril 2015 por Alberto Garcia @ensurincon

Con mimo y cuidado el policía ejerce presión para hacer bajar la cabeza a un presunto e introducirle en el coche policial. Mientras el policía mira con atención la nuca y ubica las manos en la cerviz, nuestro presunto aprieta labios y saca con pudor la punta de la lengua, en un gesto de total indefensión y aceptación -sin paliativos- de la humillante situación.


El policía viste de paisano con una desenfadada camisa a cuadros y chaleco. Camisa y chaleco en tonos azules refuerzan su autoridad. La camisa, arremangada casi hasta los codos, facilita la manipulación digital del detenido. Del cuello cuelga el típico "escapulario policial" de quita y pon.
El presunto parece un nombre mayor, canoso, bien vestido y con posibles. Las gafas, color y hechura del traje conforman una imagen seria, honesta y profesional de un posible político o financiero. Imagen que contrasta con el acto en si de la detención. La perilla le da un toque pícaro y mefistofélico que desentona con su adusta apostura. La camisa, abierta y sin corbata, refuerza aún más esa imagen de villano desenfadado... que no arrinconado
Nada que ver con la otra imagen, la animada y hasta burlona detención de un joven manifestante que rechaza mantener los labios apretados e incluso saca la lengua en su plenitud con humor y desenfado.
Dos diferentes detenciones, realizada la primera una tarde tranquila y la segunda una noche agitada. Dos estilos diferentes de afrontar situaciones similares en la forma y diferentes en el fondo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog