Diferencias entre Marketing de experiencias y vivir una experiencia
Si bien todos somos capaces y estamos diseñados para vivir experiencias a través de las cuales vamos construyendo personalidades más ricas y dispuestas a mantener más relaciones que depararan más experiencias, entornos y personas con las que compartir, es solo, a través de un esfuerzo por estudiar, ordenar y establecer estructuras en las que probar las hipótesis que vamos construyendo el como poder dibujar cierto tipo de control o exigencia de resultados concretos más o menos precisos en sus capacidades de aciertos.
Todos podemos elegir vivir ente infinidad de experiencias para obtener resultados concretos de uso individual, pero cuando elegimos compartir con otros, el diseño de la experiencia, hace imprescindible para poder aglutinar y tener un mínimo control sobre el grado de percepción positiva sobre la experiencia que debe tocar a todo el grupo, diferenciando a cada miembro en concreto por la diferencia que muestra frente al otro.
En definitiva todos y cada uno de nosotros, una vez pasado el momento de la presentación y eligiendo profundizar relaciones para ocupar un puesto en el entorno desarrollamos habilidades para el diseño de Marketing de experiencias. Es el momento en que decidimos trasladar estos conocimientos a estructuras complejas de desarrollo de proyectos y propuestas de Modelos de negocio cuando este concepto de diseño adquiere notas que marcan el espacio donde se desarrolla esta habilidad hasta convertirse en una disciplina y tarea que busca la profesionalización de los que la ejecutan.
En todos los puntos de encuentro donde se relaciona un Valor Funcional, se viven experiencias que se despliegan, de forma inicial, con el objetivo de ser conocido como entidad, conquistar impactando y vender ocupando un espacio mínimo o temporal en el hábito de consumo del cliente que se aborda pero, todas estas experiencias viven sin control alguno sobre el objetivo que busca la permanencia, a través, de un hábito de consumo permanente que se ve dificultado por la incapacidad de relación que soporta la construcción de discursos unilaterales corporativos que no pueden soportar la carga de una relación que también se convierte en emisora de mensajes del modelo de negocio, trasladando las incongruencias de un discurso repetitivo que se contradice en sus acciones.
La necesidad de control sobre esa Imagen que en los puntos de encuentro no puede ser más que descubierta por las incongruencias que aparecen cuando el discurso llega de forma directa a obtener una relación que se alarga en el tiempo, despierta la urgencia de desarrollar técnicas que permitan construir un Valor de permanencia óptimo en el mercado y es, desde esta necesidad, desde donde aparece los concepto de Marketing de experiencias en el sector de eventos y Marketing relacional en el sector de la Social Media pujando e insistiendo en que, en espacios donde el emisor tiene opción a emitir mensajes, es preciso adecuar las estructuras para que trabajen en el diseño de una Imagen de Marca que se construya desde departamentos de Branding que debe está íntimamente relacionado con la ejecutiva del modelo de negocio que tiene que desarrollarse.
Por vivir, la Imagen Corporativa nos ofrece infinidad de espacios donde vivir experiencias pero es la Imagen de Marca la que entenderá que es preciso obtener un control de las experiencias compartidas para sacar el máximo rendimiento, justo allí donde la Imagen Corporativa no llega a comprender que las experiencias vividas, si aportan valores negativos, en realidad no resultan útiles ni la repetición insistente de discursos, ni los mensajes seductores publicitarios porque el receptor de estos funciona de forma independiente y sino logra hacerse escuchar por ti para obtener contenidos coherentes, logrará hacerse escuchar por millones, haciendo cada vez más penosa, difícil e imposible el objetivo de permanecer en el mercado.
La Imagen Corporativa apoyada por sus canales publicitarios solo puede crecer, clonando hasta el infinito, personal, discursos, logotipos, spots y departamentos para lograr aparentar que sigue siendo útil, haciéndose cada vez más molesta al cliente que ya no cree lo que dices porque vivió experiencias contigo.
La Imagen de Marca tiende a la construcción de estructuras simples en departamentos en los que el personal, los discursos, el logotipo, los spots son los que crecen desde adentro para poder actuar de forma independiente sin romper la Imagen Corporativa pero sacando el máximo rendimiento a todos los recursos, sin tener necesidad de esa clonación constante que te llena de gastos y que genera más y más molestias al empleado y al cliente.
El Marketing de experiencias es el diseño exclusivo, propio y único de las experiencias donde se va a envolver las relaciones con empleados y clientes y su característica diferenciadora, en la misma proporción que el Marketing de relación, es que observa el modelo de negocio, no como millones de carreras por empezar siempre desde cero, sino como una carrera sin fin que acumula información y conocimientos reales del momento concreto.