Ambas profesionales coinciden en que el vitiligo
no tiene cura y además sostienen que a pesar de
tener muchos tipos de tratamiento, es una enfermedad
difícil. En algunas publicaciones incluso, se menciona
que es mejor no someterse a ningún tipo de
procedimiento médico.
Al respecto, la dermatóloga de Clínica Vespucio
menciona que si bien es cierto hay muchos tratamientos
, “ninguno es 100% efectivo”. Sin embargo, indica que
“la combinación de ellos puede mejorar la enfermedad
en porcentajes variables y con ello mejorar también
la calidad de vida del paciente.
También hay muchos casos en que la enfermedad
remite completamente”, dice.
Para la doctora de CSM en tanto, el resultado de los
tratamientos depende mucho de la causa que gatilló
la enfermedad y por esa razón se haría difícil tratar
a estos pacientes. “Mientras más pronto se instale
algún tipo de procedimiento, mejor será la respuesta”,
manifiesta.
Ambas dermatólogas afirman que una de las indicaciones más importantes para los pacientes con vitiligo es el cuidado de la piel ante la exposición solar. De esta manera dicen que al ser las áreas carentes de pigmento las más perjudicadas en caso de daño por la radiación UV, lo mejor es considerar como “estricta” la fotoprotección.
En cuanto a la posibilidad de incorporar otros elementos
al tratamiento del vitiligo, las especialistas difieren en sus opiniones.
Así, mientras la doctora Cossio indica que
“aún no existe evidencia científica de buena calidad
que nos permita recomendar productos naturales”,
la doctora Rojas afirma que sustancias
como la bergamota (fruta cítrica) son – en ocasiones -
utilizadas en el tratamiento.
Lo mismo sucede con el tipo de nutrición, en donde existen
diferencias tan opuestas como las de no recomendar
ningún tipo de cambio en la dieta y por el contrario,
aconsejar un régimen alimenticio equilibrado que incorpore
el aporte de vitaminas, minerales y proteínas.