Ser el típico niño de clase que siempre llama la atención y molesta con su actitud inquieta a los demás no es plato de buen gusto para nadie. Muchos de estos niños impulsivos, que poco a poco se convierten en el punto de burlas y rechazo de los demás, son niños hiperactivos no detectados.
El TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) se caracteriza por síntomas de impulsividad y falta de concentración, por lo que presentan conductas que derivan en diversas dificultades en el colegio, entre ellas:
Bajo rendimiento escolar
Los niños hiperactivos presentan dificultad para concentrarse, por ello, en clase, suelen saltar de tarea en tarea, dejando a medias los trabajos.
Además resultará complicado que sigan instrucciones complejas, por lo que suelen ser desorganizados y evitar tareas que requieran cierta dificultad, así como se olvidarán de fechas de exámenes o ejercicios que hayan de realizar. La tendencia a aburrirse con facilidad en estos niños, provocara que casi nunca puedan guardar silencio y que hablen cuando el profesor está explicando o contesten a las preguntas sin pensar, antes de que finalicen.
Por todo ello, cuando la hiperactividad no es detectada en el aula, éstos niños no interiorizan los contenidos de clase ni son capaces de mantener una estructura de estudio adecuada, sino que necesitarán supervisión constante y cometerán un gran número de errores. Todo ello, conduce en la mayoría de las ocasiones a un irremediable fracaso escolar.
Dificultades en las relaciones con los compañeros de clase
Interrumpir a los compañeros, mostrarse irritable, no ser capaz de esperar su turno en los juegos, molestar con bromas impulsivas, discutir o pelearse por cualquier cosa...etc, son algunos de los comportamientos del niño hiperactivo que dificultan el trabajo en equipo y los juegos que suelen desarrollarse en la escuela. Además, resultará difícil que consiga establecer vínculos adecuados con sus compañeros, que lo percibirán como un niño molesto y diferente.
El niño hiperactivo no detectado, y por lo tanto no tratado, puede convertirse en el típico niño molesto de clase, que los compañeros evitan y es objeto de burlas. Esta situación en el colegio, hará que el niño viva el rechazo de sus iguales, generando sentimientos de inferioridad e inseguridad que le acompañaran el resto de su vida.
Autoestima y eficacia
El rechazo en el aula es una de las situaciones que más afectan a la autoestima de cualquier niño. Además el hecho de ser reñido una y otra vez en clase y en casa por su desorganización y falta de atención a las tareas escolares, hará que tenga la sensación de que "siempre hace las cosas mal". Por ello, su autoeficacia (la percepción de capacidad para lograr metas) será cada vez más baja, algo que afectará en su desarrollo de ahí en adelante.
Como observamos, las consecuencias de la hiperactividad no detectada son graves y a largo plazo, por lo que resulta necesario que los profesores estén preparados para identificar a estos niños en clase lo más rápidamente posible y derivarlo al profesional especializado. Actualmente, el tratamiento de la hiperactividad resulta exitoso en la gran mayoría de los casos y los niños consiguen reducir los síntomas y adaptarse al entorno escolar como los demás.