Carola Chávez
Patria…
Hay quienes que creen que sus intereses están por encima de las leyes y del estado de derecho, y afirman que tener irregulares colombianos escondidos fincas dentro de nuestro territorio -llámese Daktari o cómo se llame- no tiene nada de particular, siempre y cuando éstos luchen por la libertad -de empresa o de los oprimidos-. Hay venezolanos que no ven con malos ojos que tropas extranjeras -marines, paracos, guerrillas- invadan nuestro territorio. Hay venezolanos que creen que buscar la paz con Colombia es muestra de cobardía y sumisión, que a Colombia: guerra -porque Santos es oligarca o porque Chávez es comunista-. Una guerra bien sangrienta, entre hermanos ¡y al carajo los pueblos!, ¡al carajo el sueño de Bolívar! eso sí, en nombre de mis principios -capitalistas o socialistas-, porque no hay pueblo que valga más que unos principios intactos.
Hay personas que no tuvieron tiempo de defender a PDVSA porque lo apremiante, lo que exige el delicado momento político es despotricar contra el gobierno de Chávez -en nombre de RCTV o en nombre de la autocrítica- pero sobre todo en nombre de los principios de la gente decente y pensante de este país.
Hay quienes creen que el gobierno no debe actuar por el bien de las mayorías sino para satisfacer las expectativas de pequeños sectores -oligárquicos o revolucionarios- dentro y fuera del país. Son personas que recortan noticias y comunicados extranjeros-de OTPOR o del Frente Socialista del Principado de Andorra- que despotriquen contra Chávez y la revolución bolivariana, y los rebotan, vía internet, porque ellos, a diferencia del pueblo chavista, opinan que “¡qué pena con ese señor!”
Hay amigos que están convencidos de que si no opinas como ellos es porque no dices lo que piensas sino lo que otros te obligan a decir. Y exigen opiniones aún cuando carezcas de información para emitirlas responsablemente, porque hay que opinar a juro y ya en nombre de la libertad de expresión.
Socialista…
Amigos que creen que Venezuela, para ser revolucionaria, debe convertirse en el patio de recreo -o de operaciones-, de cuanto grupo de izquierda haya; que tenemos que apoyar a ETA, ser aquel refugio de las FARC, con todo y coordenadas, que Uribe mandó a inventar y que tan bravos nos puso entonces, que hay que darle veracidad al mentiroso computador de Reyes. Hoy, en nombre de algo tan individualista como “mis principios”, hay que ponerse bravísimos, pero con Chávez y su derechista manía de velar por los intereses de la nación, de pretender la paz y evitar la expansión del conflicto colombiano a nuestro territorio como tanto conviene a los gringos.
O muerte…
Amigos que ayudan al enemigo al creer que la calma y la ponderación están de más cuando andamos sobre un campo minado.
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