“¿Cómo puede la digitalización del almacén contribuir al aumento de competitividad de la empresa?“
En primer lugar, deberíamos plantearnos qué es exactamente lo que nos hace ser competitivos en el mundo actual. Curiosamente lo que hoy, en el mundo digital, aumenta la competitividad de una empresa es exactamente lo mismo que la aumentaba en el pasado “predigital”: proporcionar al cliente aquello que necesita, al mejor precio, en el momento que lo necesita y aportando un valor diferencial con respecto a tu competencia. Dicho de otra forma, la competitividad es la capacidad de la compañía de atraer las preferencias del mayor número de clientes, la mayor cantidad de tiempo posible.
En una empresa todo comunica. Es una frase antigua pero cierta. Todo, absolutamente todo lo que hagamos dentro de la empresa comunica algo acerca de la misma. ¿Qué tiene que ver esto con la digitalización? Pues mucho. La competitividad no es un concepto relacionado en exclusiva con el producto o servicio que ofrecemos, también es algo estructural. Lo que cada empresa ofrece al margen del producto hoy en día, es cada vez más importante, si no lo más importante, y más influyente que nunca en la intención de compra del cliente. ¿Por qué si no el Marketplace más famoso del mundo se empeña constantemente en enseñarnos los procesos internos, la tecnología y otras bondades de sus almacenes digitalizados? Porque nuestra experiencia de compra como clientes comienza precisamente en esos almacenes, y a través de su funcionamiento interno, esta compañía nos comunica que, si los elegimos, tendremos una experiencia de compra fiable, eficiente, segura, a buen precio, omnicanal, es decir, una experiencia de compra con valor añadido.
“Elígeme a mí porque tengo el mejor almacén”